¿Son las cirugías bariátricas la mejor alternativa para bajar definitivamente de peso?

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Cuándo se es candidato a una cirugía bariátrica, cuál es la cirugía adecuada para cada caso y el gran temor de volver a ganar peso son algunas de las principales inquietudes que enfrentan las personas que se someten a este tipo de procedimientos.

La cirugía bariátrica es vista como una tabla de salvación por las personas que sufren con la obesidad, un problema de salud pública que afecta severamente a Chile. En el país, un tercio de la población tiene obesidad, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENS), 2016-2017.

Sin embargo, no todos ellos pueden llegar al quirófano.

De acuerdo a los datos de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, unas 8 mil personas al año se someten a este tratamiento, principalmente en sus variantes de manga gástrica, el balón gástrico y el bypass gástrico.

Pero las interrogantes sobre cuándo se es candidato a una cirugía bariátrica y cuál es la cirugía adecuada para cada caso siempre asoman en los pacientes.

Según explica el Dr. Patricio Lamoza Kohan, especialista en Cirugía Bariátrica y Metabólica de Nueva Clínica Cordillera, “los rangos de edad estándar para realizarse estas cirugías van entre los 18 a 65 años, sin embargo, en ocasiones se hacen excepciones en menores de 18 si presentan enfermedades severas asociadas y una historia de fracaso a tratamientos bien llevados con buen seguimiento y en mayores dependiendo de la edad fisiológica que tengan”.

Asimismo, cada procedimiento tiene ventajas y algunas desventajas, y todo dependerá de cada paciente. “Puede haber una reganancia de peso, sobre todo en quienes abandonan el control, pero generalmente ésta no es suficiente para afectar la calidad de vida o para que reaparezcan las enfermedades que tenía el paciente antes de operarse”, señala.

El especialista además explicó la diferencia en los procedimientos. La manga gástrica -o también conocida como gastrectomía vertical en manga- es un procedimiento que remueve parte del estómago. En tanto, el bypass gástrico es una técnica que consiste en crear un pequeño estómago y que conecta directamente al intestino. El balón gástrico, por su parte, es una esfera de silicona flexible y blanda que se introduce en el estómago del paciente mediante una endoscopía.

En cuanto a riesgos, el balón intragástrico es el procedimiento menos invasivo, mientras el que tiene un grado mayor de invasión es el bypass gástrico. “Aunque los riesgos de la manga y el bypass son bajos, sufrir una complicación tiene una probabilidad del 1 a 2% y que se requiera una reoperación un 0,1 a 0,2%, es decir son riesgos incluso menores que operarse de la vesícula”, precisa el doctor.

Otro aspecto a considerar es la temporalidad. La manga gástrica y el bypass son definitivas y duraderas en el tiempo. En cambio, el balón es transitorio, pues debe retirarse entre los 6 meses y 1 año.

En cuanto a efectividad, la manga y el bypass tienen resultados muy similares en términos de baja de peso, mientras el balón es menos efectivo en este sentido. Además, el bypass tiene una ventaja algo mayor en casos de pacientes que también tengan diabetes de difícil control.

Lo que es importante de tener claro es que muchas cosas dependen de caso a caso, es decir, la recomendación de una cirugía por sobre otra dependerá de cada paciente.

“Si se requiere un procedimiento en obesidad más severa y resolver de manera definitiva son preferibles la manga y bypass. El balón, por ejemplo, se aconseja si necesita bajar menos peso y con un objetivo a un plazo determinado o si hay alguna contraindicación de anestesia general. En otras situaciones, como una diabetes de difícil manejo, un reflujo severo o esófago de Barrett (una complicación por reflujo crónico), puede optarse por un bypass por sobre una manga”, señala el especialista.

Contraindicaciones y enfermedades asociadas

El embarazo y estar amamantando contraindican la cirugía en esos periodos. Sufrir una adicción como alcoholismo o drogadicción activos, o padecer una enfermedad psiquiátrica no tratada, también son contraindicación. Si se padece un cáncer, hay que tratar dicha enfermedad primero antes que someterse a una cirugía bariátrica.

En el caso del balón, haber tenido una cirugía gástrica previa también es contraindicación.

En cuanto a enfermedades asociadas, dado que el exceso de peso eleva drásticamente el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles, las cirugías bariátricas logran disminuir 50% de las posibilidades de desarrollar un accidente vascular y un 50% las posibilidades de desarrollar un cáncer. También son efectivas para enfrentar la diabetes y los estados prediabéticos, la hipertensión arterial, el hígado graso y muchas otras
condiciones más.

Otro aspecto a considerar es la estética. Una baja profunda inevitablemente va a llevar a un exceso de piel sobrante que también puede afectar la autoestima del paciente que debe reconocerse en su nuevo cuerpo. Es importante considerar que las grandes bajas de peso puedan necesitar una cirugía estética después, las que no son necesarias en todos los pacientes.

También los cambios corporales puede llevar a una caída del pelo, lo que en la mayoría de los casos es transitoria.

Lo importante además es tener claro que los resultados no son milagrosos, sino que es necesario tener un tratamiento multidisciplinario. El éxito en los resultados está asociado a comprender que la obesidad es una enfermedad multifactorial y por eso debe ser enfrentada desde todos los frentes, con un equipo multidisciplinario. “Con el control y apoyo de todo el equipo, las posibilidades de que en el largo plazo los efectos de la cirugía se pierdan disminuyen significativamente”, finaliza el doctor Lamoza.

 

 

 

Vía: el mostrador

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