Temperaturas bajo cero y una gran nevada. Las inclemencias meteorológicas en Brístol nos han dejado hoy una estampa muy invernal de esta ciudad al sudoeste de Inglaterra. Y dado que durante esta mañana se esperaba la visita de los duques de Sussex, la expectación era máxima, sobre todo, teniendo en cuenta que Meghan Markle no ha protagonizado durante su embarazo ningún acto bajo unas condiciones climatológicas tan adversas. Estreno bajo la nieve, en que ha decidido prescindir de su accesorio favorito: en lugar de unas sandalias o salones de fino tacón que han marcado la gran mayoría de sus looks premamá, ha recurrido a su colección de calzado cómodo para mostrar un diseño sin precedentes en su imagen embarazada y más adaptado al momento, unas botas con tacón midi.

Durante su tour por Oceanía, Meghan Markle casi de forma exclusiva fue cuando confío en diseños cómodos para su calzado. Sandalias planas, deportivas, bailarinas, alpargatas… y un botín de ancho tacón y unas katiuskas. También se bajó de sus altos stilettos en el Royal Christmas Day Service del pasado 25 de diciembre. En aquella ocasión, igualmente, llevaba botas, pero nada que ver con estas. Victoria Beckham firmaba aquella elección en piel que, a pesar de tener un tacón alto de más de 10 centímetros, era muy ancho para mayor estabilidad.

Ahora, estrena un par de botas en ante y con tacón midi (8 centímetros) de madera. Un diseño de temporada que se encuentra en las colecciones de la firma Sarah Flynt. Concretamente, es el modelo Marina en ante verde oliva (605 euros).

Junto a este estreno, Meghan Markle lleva un nuevo vestido de Óscar de la Renta que está agotado, aunque podía adquirirse con descuento (precio original: 2.300 euros; precio rebajado: 1.150 euros). Es un diseño en seda que llama especialmente la atención por su estampado de animales y seres mitológicos, como un unicornio. Motivos que también renuevan la imagen premamá de la duquesa de Sussex. Para culminar su imagen, muestra un abrigo de William, que recupera de su vestidor.