El Papa Francisco recibió en audiencia privada a la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay, quien aprovechó la ocasión para regalarle un estudio dedicado a la educación de los migrantes con motivo de sus 82 años de vida.
El pontífice se mostró “muy interesado” por la “filosofía” de este reciente estudio de la Unesco, el cual incluye múltiples recomendaciones a los Estados que acogen a migrantes, reseñó la agencia AFP.
“Hablamos mucho sobre educación”, resumió la directora de la institución, que describió el encuentro como “informal y cordial”.
Azoulay, exministra francesa de Cultura, dijo que el Papa apoyó la iniciativa de la Unesco para reconstruir Mosul, segunda ciudad de Irak, devastada por los yihadistas.
Durante el encuentro, también abordaron dos temas que les preocupan a ambos: la ética en las técnicas de inteligencia artificial, que deben conllevar una “visión humanista”, y la “protección del patrimonio natural”, como el agua, según la responsable de la Unesco.
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