En palabras del presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Monseñor José Luis Azuaje, el 2019 comienza lleno de incertidumbre “en medio de una realidad política y económica que no distingue sectores“, así lo expresó el prelado durante la instalación de la CXI asamblea ordinaria, del organismo eclesial instalada este lunes.
“Se ha jugado con el sentimiento de las personas más pobres que luchan a diario por llevar la comida a su mesa”, sentenció.
Del 07 al 11 de enero la CEV abordará los principales problemas de la sociedad venezolana. Ante el panorama político y económico, la iglesia católica aboga por un cambio de dirección y liderazgo:
“Ningún venezolano de la tendencia política que sea, puede pensar que el país tiene futuro andando por el mismo camino con los mismos protagonistas”, puntualizó Azuaje.
En ese sentido destacó la labor del padre Armando Jenssen, activista social y fundador del Centro al Servicio de la Acción Popular, Cesap,fallecido el 30 de diciembre. “Sus frutos caminan por las calles de nuestro país”.
Sobre el rol del episcopado frente a la situación actual de la sociedad venezolana, el presidente de la CEV, destacó que la comunidad eclesiástica responde en forma contundente: “Cada obispo está trabajando, cuanta fuerza y bondad observamos en el trabajo Pastoral”.
Aunque reconoce que el apoyo de la iglesia es fundamental. Azuaje asegura que todos los venezolanos “estamos llamados a comprometernos para salir de la crisis que vivimos”.
Azuaje instó a la dirigencia política del país a articularse en una “unidad verdadera”, que permita reflexionar sobre: el deterioro a la calidad de vida de los venezolanos, el fenómeno migratorio, y el respeto a los derechos humanos. “Deben dejar de lado los intereses partidistas y dar prioridad a lo establecido en la Constitución”.
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