Es común que muchas personas actualmente sigan creyendo que algunas mentiras que les decía mamá de pequeños por cuidar su salud son verdad, porque nunca nadie les dijo que realmente eran falsas, así que descubre cuáles aún sigues creyendo.

1- “Si te tragas el chicle, se te quedará pegado en el estómago”

La verdad es que el chicle pasa por el mismo proceso de digestión que cualquier otro alimento. Así que sácate de la cabeza la falsa idea de que el chicle se atora en las paredes del estómago y puede bloquear las vías respiratorias.

2- “Si te metes al agua después de comer se corta la digestión”

Seguro cuando eras pequeña llorabas, porque por más que insistieras tu mamá no te daba permiso de meterte a la piscina o al mar después de comer, diciendo que podrías sufrir un corte de digestión y debías esperar hasta tres horas. Pero esto es un mito y lo único que realmente se debe hacer es meterse al agua poco a poco.

3- “No hagas bizcos o se te quedarán pegados los ojos”

Típico que al jugar y hacer bizcos, tu mamá te metía tremenda regañada pues argumentaba se te podían quedar los ojos así, lo que es total y absolutamente imposible. Las causas del estrabismo son neurológicas, consecuencia de una enfermedad, males metabólicos, entre otras.

4- “No te comas las uñas, porque son venenosas”

Ciertamente el hábito de morderte las uñas es cero benéfico, pero de ahí a que contengan veneno hay una gran margen de diferencia. ¡Cuántas personas ya hubieran muerto por este hábito!

5- “Si sigues viendo la televisión tan cerca, te vas a quedar ciega”

Basta con mirar a los niños hoy en día con sus tabletas para todas partes para saber que esto no es más que un mito.

6- “Tómate el jugo de naranja recién exprimido, si no perderá sus propiedades!

De hecho, un estudio afirma que el jugo congelado tiene mayor concentración de carotenoides que el jugo recién exprimido, que ayudan a una mejor absorción de los nutrientes.

Así que ya sabes, deja de creer esos falsos mitos de tu infancia.

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