Desde hace varios meses, decenas de familias que hacen vida en la calle Santander de la urbanización Simón Bolívar padecen a consecuencia de un bote de aguas negras que corre a lo largo de toda la calle.

Héctor Uramiare, líder de calle, indicó que esta situación se hace insoportable para quienes allí viven, debido a la putrefacción y la proliferación de plagas y roedores.

“Hacemos un llamado a las autoridades competentes a fin de que puedan solucionar esta situación lo antes posible. La fetidez no deja siquiera que uno pueda respirar tranquilamente. Este río de aguas negras es un foco para la llegada de enfermedades. Somos decenas de familias, con niños y adultos mayores, que estamos padeciendo por esta calamidad. Pedimos apoyo inmediato”, expresó Uramiare.

Gledis Bonilla