Aunque aparecen con relativa frecuencia, los dolores de espalda pueden afectar enormemente la calidad de vida de los pacientes y en muchas ocasiones requieren de un diagnóstico médico.

Vale decir que, por lo general, estas molestias no son causadas por enfermedades graves o padecimientos crónicos. No obstante, es fundamental identificar cuándo se requiere de una atención médica pronta, pues son los profesionales de la salud quienes deben determinar cuál es el motivo del dolor.

Entre las causas, la Clínica Mayo de Estados Unidos cita el abultamiento o la rotura de un disco de la columna vertebral. Y señala que estos discos son como los “amortiguadores” que se encuentran entre las vértebras de las columnas. Ayudan a que haya flexibilidad y son claves para el movimiento.

No obstante, “el material blando que se encuentra dentro del disco puede abultarse o romperse y hacer presión sobre un nervio. Sin embargo, un abultamiento o rotura de disco podría no causar el dolor de espalda. La discopatía se suele descubrir en radiografías, tomografía computarizada o en imágenes por resonancia magnética de la columna vertebral que se hayan hecho por otro motivo”, explica la Clínica Mayo.

En algunos casos raros, señala la fuente médica, los pacientes que tienen este padecimiento pueden presentar complicaciones graves. Por ejemplo, un disco herniado podría generar un efecto de compresión que a su vez afecte todo el canal medular, lo cual puede ser doloroso.

Esto, además, podría requerir que en ocasiones muy puntuales los pacientes sean sometidos a una cirugía de urgencia para evitar que padezcan síntomas como debilidad y parálisis de forma permanente, señala la institución médica.

Los dolores en la espalda también pueden ser producidos por algunas enfermedades que afectan los huesos y las articulaciones. La Clínica Mayo indica que, en ocasiones, la artrosis, una enfermedad degenerativa y crónica, puede impactar directamente la región lumbar de la espalda.

Sostiene que la artritis que se presenta en la columna vertebral podría generar que haya una “reducción” en el espacio que está alrededor de la médula espinal. En esos casos podría presentarse una condición médica llamada “estenosis espinal”.

La fuente de salud señala que la osteoporosis también podría provocar dolores en la columna vertebral, pues hace que esta estructura ósea se vuelva más débil y, por lo tanto, más vulnerable a sufrir fracturas que pueden ser muy dolorosas para los pacientes.

Así mismo, sostiene que algunas personas podrían padecer de otra condición llamada espondilitis anquilosante, que también se conoce como espondiloartritis axial. “Esta enfermedad inflamatoria puede provocar que algunos de los huesos de la columna vertebral se fusionen. Esto hace que la columna vertebral sea menos flexible”, apunta la Clínica Mayo.

Pero los dolores de espalda también pueden estar asociados a otros padecimientos aún más graves, como el cáncer.

De hecho, la American Cancer Society de Estados Unidos advierte que en ocasiones las molestias en la espalda pueden explicarse a raíz de un fenómeno conocido como compresión de la médula espinal.

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