El mundo del entretenimiento y la lucha libre profesional se encuentra de luto hoy tras confirmarse el fallecimiento de Hulk Hogan, una de las figuras más grandes y reconocibles en la historia del wrestling.
Hogan, cuyo nombre de nacimiento era Terry Bollea, murió a los 71 años en su residencia de Clearwater, Florida, a causa de un paro cardíaco.
A pesar de la rápida respuesta de los servicios de emergencia en las primeras horas de la madrugada, los esfuerzos por reanimarlo no tuvieron éxito.
Nacido en Georgia en 1953, Hogan se catapultó a la fama en las décadas de 1980 y 1990, convirtiéndose en el epicentro del fenómeno conocido como «Hulkamania». Su ascenso al estrellato comenzó en 1984, cuando obtuvo su primer campeonato mundial, marcando el inicio de una carrera que transformaría para siempre el panorama de la WWE (World Wrestling Entertainment).
A lo largo de su impresionante trayectoria, Hulk Hogan, consiguió el título mundial en seis ocasiones, solidificando su estatus como un embajador global de la lucha libre profesional. Su impacto se extendió mucho más allá del cuadrilátero, consolidándose como un ícono cultural gracias a su innegable carisma, su imponente físico y su célebre lema: «Say your prayers and eat your vitamins» (Di tus oraciones y come tus vitaminas).
En reconocimiento a su invaluable legado y contribuciones al deporte-espectáculo, Hogan, fue oficialmente introducido en el Salón de la Fama de la WWE en 2005, un honor que le fue entregado por el aclamado actor Sylvester Stallone.
La partida de Hulk Hogan, deja un vacío irremplazable en el corazón de millones de fans y en la historia de la lucha libre. Su influencia y legado perdurarán por generaciones.
Con información de agencias
