En un ambiente de fervor y espiritualidad, el papa León XIV presidió una vigilia multitudinaria en la explanada de Tor Vergata, en las afueras de Roma, como parte central del Jubileo de la Juventud. Durante el evento, que congregó a peregrinos de 146 países, el sumo pontífice hizo un llamado a los jóvenes a convertirse en “misioneros del Evangelio, testigos de la justicia, la paz y la esperanza”.
La vigilia, celebrada la noche del sábado, es la antesala de la misa dominical que pondrá fin a este importante acto del Año Santo. En su discurso, el papa respondió a preguntas de jóvenes, abordando inquietudes sobre cómo su generación, a menudo etiquetada de superficial, puede buscar el bien. En respuesta, el pontífice enfatizó la importancia de la conciencia y de formar criterios sólidos inspirados en el Evangelio.
León XIV, también subrayó el rol de la Iglesia como una comunidad viva, un espacio donde los creyentes se apoyan mutuamente en la misión de construir un mundo más justo y esperanzador. Antes de concluir su participación, el papa animó a los asistentes a «perseverar en la fe con alegría y valentía».
La vigilia dio paso a una acampada juvenil con música y testimonios. Según los organizadores, el evento podría superar la cifra récord de un millón de asistentes, demostrando el gran entusiasmo de los jóvenes por el mensaje del papa.
Con información de agencias
