La fotógrafa Tania Chatterjee viajó a Bali y capturó uno de sus retratos más poderosos: Niang Soli, una bailarina de 106 años considerada una leyenda viviente.
Su interpretación del Legong no es solo danza, sino un viaje en el tiempo, cargado de tradición, historia y espíritu.
Un testimonio de cómo la cultura sigue viva a través de quienes la encarnan.

Con información Curiosity.com