Home Salud Mantenerse hidratado: Más allá de la sed y el dolor de cabeza

Mantenerse hidratado: Más allá de la sed y el dolor de cabeza

La hidratación es un pilar fundamental para la salud, pero a menudo se subestiman los efectos de la deshidratación leve. Aunque los síntomas más conocidos incluyen sed, boca seca y orina oscura, expertos señalan que incluso una falta mínima de agua puede manifestarse de formas inesperadas y perjudiciales para el cuerpo y la mente.

A continuación, se detallan algunos de los síntomas menos conocidos de la deshidratación:

  1. Aumento del nivel de cortisol (la hormona del estrés)
    Un estudio de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido) descubrió que las personas que beben menos de los 1,5 litros de agua recomendados al día presentan niveles elevados de cortisol, la principal hormona del estrés, lo que indica una conexión directa entre la falta de hidratación y el estrés fisiológico.
  2. Mal aliento persistente
    Según el doctor Naveed Asif, la deshidratación reduce la producción de saliva. Dado que la saliva es crucial para neutralizar las bacterias en la boca, su disminución puede provocar un olor desagradable y persistente.
  3. Antojos por alimentos dulces
    El hígado necesita agua para convertir el glucógeno en glucosa y generar energía. La falta de hidratación dificulta este proceso, lo que puede llevar al cerebro a buscar fuentes de energía rápidas, como el azúcar, provocando antojos por lo dulce.
  4. Empeoramiento de alergias
    Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, la concentración de ciertas sustancias químicas en la sangre aumenta, lo que puede exacerbar los síntomas de las alergias.
  5. Desequilibrio electrolítico y calambres
    La doctora Nadira Awal explica que la deshidratación puede afectar el equilibrio de electrolitos como el sodio y el potasio, que son esenciales para las funciones nerviosas y musculares. Este desequilibrio puede manifestarse como calambres y espasmos musculares.
  6. Envejecimiento prematuro de la piel
    Una hidratación adecuada es vital para la salud de la piel. La deshidratación crónica puede hacer que la piel pierda elasticidad, se reseque y sea más susceptible a la irritación y al envejecimiento prematuro.
  7. Baja energía y fatiga
    El agua es fundamental para transportar nutrientes y oxígeno a las células. Cuando los niveles de hidratación son bajos, este proceso se vuelve menos eficiente, lo que se traduce en una reducción de los niveles de energía y un menor rendimiento físico.
  8. Mayor riesgo de cálculos renales
    Los riñones son muy sensibles a la falta de agua. La deshidratación aumenta la concentración de minerales y residuos en la orina, lo que eleva el riesgo de formación de cristales que pueden causar dolorosas piedras en los riñones.
  9. Impacto cognitivo y presión arterial baja
    El cerebro es sensible a los cambios en la hidratación, por lo que incluso una deshidratación leve puede afectar la concentración, la memoria y la toma de decisiones. Además, la pérdida de líquidos puede disminuir el volumen sanguíneo, lo que a su vez reduce la presión arterial y, en casos extremos, puede llevar a un shock hipovolémico.

Para evitar estos efectos, los expertos recomiendan beber agua de manera constante a lo largo del día, no solo cuando se siente sed. Una hidratación adecuada es la clave para mantener el cuerpo y la mente funcionando de manera óptima.

Con información de agencias

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