Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Sao Paulo ha revelado una preocupante conexión entre el consumo de refrescos dietéticos y el envejecimiento cerebral acelerado, sumándose a una creciente lista de investigaciones que cuestionan los beneficios para la salud de los edulcorantes sin calorías.
El estudio, liderado por la profesora Claudia Kimie Suemoto, coautora de la investigación, indica que incluso una sola bebida gaseosa dietética al día podría contribuir al rápido deterioro cognitivo. «Aunque los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías suelen considerarse una alternativa saludable al azúcar, nuestros hallazgos sugieren que pueden tener efectos negativos en la salud cerebral», explicó Suemoto. La investigación destaca que este efecto es aún más pronunciado en personas con diabetes, quienes son más propensas a consumir edulcorantes artificiales.
Más allá del cerebro: Una amenaza para todo el cuerpo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros estudios han puesto en duda el papel de estos productos en la pérdida de peso, señalando que los consumidores a menudo compensan las calorías «ahorradas» con alimentos menos saludables. Además, los edulcorantes sin calorías pueden alterar las señales de apetito del cerebro, lo que dificulta el control del peso a largo plazo.
Los riesgos no se limitan al peso y la salud cerebral. La OMS ha clasificado al aspartamo, un edulcorante común en las bebidas dietéticas, como «posiblemente cancerígeno para los humanos». La ciencia también ha relacionado estos sustitutos del azúcar con otros problemas de salud, como:
- Problemas gastrointestinales: Los componentes de estos refrescos pueden afectar negativamente la microbiota intestinal y el control de la glucosa.
- Enfermedades hepáticas: El consumo frecuente se ha vinculado con enfermedades inflamatorias del hígado.
- Erosión dental: La presencia de ácido fosfórico y cítrico provoca un desgaste significativo en el esmalte de los dientes.
En general, la evidencia emergente sugiere que los sustitutos del azúcar, a pesar de su aparente inocuidad, podrían estar relacionados con problemas de salud graves, como accidentes cerebrovasculares, demencia, diabetes tipo 2 y obesidad. Estas advertencias resaltan la necesidad de considerar cuidadosamente el consumo de estas bebidas, que, bajo la promesa de una opción más saludable, podrían estar ocultando amenazas significativas para el bienestar general.
Con información de agencias
