El Departamento de Educación del Gobierno de Donald Trump, anunció nuevas medidas que limitan el acceso de la Universidad de Harvard a fondos federales, sometiéndola a un “estado de supervisión monetaria reforzada”.
La medida, justificada por una “creciente preocupación por la situación financiera” de la universidad, obliga a Harvard a utilizar sus propios recursos para los paquetes de ayuda financiera estudiantil antes de solicitar un reembolso al Gobierno. Además, la institución deberá presentar una carta de crédito de $36 millones para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones.
Esta acción se produce pocas semanas después de que Harvard lograra una victoria judicial contra la administración Trump. A principios de septiembre, la jueza Allison D. Burroughs del tribunal federal de Boston declaró ilegal la congelación de más de $2 mil millones en fondos federales que había ordenado el Gobierno.
El Gobierno de Trump, ha intensificado su ofensiva contra varias universidades del país tras las protestas estudiantiles para exigir el cese del genocidio israelí contra el pueblo palestino.
En el caso de Harvard, la administración Trump, acusó a la universidad de fomentar el antisemitismo, las ideologías progresistas y los prejuicios raciales. También le exigió supervisar sus procesos de admisión, contratación y la ideología de su personal y estudiantes. La universidad ha rechazado estas acusaciones e imposiciones.
Con información de agencias
