La tensión diplomática entre Rusia y Occidente se ha elevado significativamente después de que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtiera en la Asamblea General de la ONU que cualquier «agresión» contra su país provocaría una «respuesta decisiva».
Las declaraciones de Lavrov, llegan como una réplica directa a la reciente postura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien instó a los países de la OTAN a derribar cualquier aeronave rusa que viole su espacio aéreo.
Desde el podio de la ONU, Lavrov, abordó directamente las acusaciones de que Rusia planea un ataque contra los países de la Alianza Atlántica y la Unión Europea. «Rusia no tiene ni ha tenido nunca esas intenciones», afirmó el ministro. Sin embargo, su advertencia fue clara y contundente: «Pero cualquier agresión contra mi país desencadenará una respuesta decisiva. De eso no debe caber ninguna duda».
Varios países miembros de la OTAN han reportado en las últimas semanas que aviones de combate y drones rusos han violado repetidamente su espacio aéreo en Europa, lo que ha sido interpretado como una maniobra de Moscú para «poner a prueba a la alianza».
La controversia postura de Trump
La polémica se intensificó el martes cuando el presidente Trump, al ser consultado sobre si los países de la OTAN deberían derribar aeronaves rusas intrusas, respondió de manera afirmativa: «Sí, lo creo».
Este llamado de Trump contrasta con su historial de elogios públicos hacia el presidente ruso, Vladimir Putin, y su reciente invitación a este para conversar en Alaska, un movimiento que puso fin al aislamiento que Occidente mantenía sobre el líder ruso desde la invasión de Ucrania en 2022.
Pese a sus pasados vínculos, el mandatario estadounidense ha mostrado últimamente un tono más duro. En la misma jornada de la ONU, Trump sugirió que Ucrania no solo podría recuperar todo el territorio perdido militarmente ante Rusia, sino que incluso podría «ir aún más allá».
Elogios y amenazas en equilibrio
A pesar de la advertencia de «respuesta decisiva», el ministro Lavrov dedicó palabras de elogio a la actual administración estadounidense. El jefe de la diplomacia rusa destacó que, a pesar de las amenazas de nuevas sanciones económicas que Trump ha mantenido latentes, estas aún no se han impuesto.
«En la actual administración estadounidense vemos un deseo no solo de contribuir a soluciones realistas para la crisis ucraniana, sino también de desarrollar una cooperación pragmática sin adoptar una postura ideológica», concluyó Lavrov, buscando quizás abrir una vía de diálogo a pesar de la escalada verbal.
Con información de agencias
