El artista urbano Ramón Luis Ayala Rodríguez, conocido mundialmente como Daddy Yankee, y su exesposa, Mireddys González, han llegado a un acuerdo total y definitivo que resuelve su reciente disputa legal. Este pacto asegura que el cantante mantendrá el uso exclusivo de sus marcas profesionales, incluyendo su nombre artístico Daddy Yankee y el seudónimo DY, el cual ha seguido utilizando tras su retiro de la música.
El acuerdo se formalizó mediante una moción conjunta presentada el pasado jueves, 9 de octubre, ante la jueza María Antongiorgi Jordán en el Tribunal Federal de Hato Rey (San Juan), y se ha hecho público a través de un documento difundido hoy, viernes 10 de octubre.
La resolución surge apenas días después de que Ayala Rodríguez presentara una demanda en el Tribunal Federal, alegando que su exesposa intentaba impedirle el uso de estas marcas registradas. El equipo legal del artista había solicitado una orden judicial para prohibir dicha acción, ante lo cual la jueza había otorgado 48 horas a la parte demandada para responder.
Puntos clave del acuerdo
El documento legal detalla los términos esenciales de la resolución, que buscan blindar la identidad artística del «Big Boss» de manera permanente:
Uso sin Restricciones: Mireddys González se compromete formalmente a no tomar ninguna medida—ni directa ni indirectamente—que busque limitar, afectar o impedir que Ramón Ayala Rodríguez use las marcas Daddy Yankee o DY en el futuro.
Protección de Marcas: González también se compromete a no menospreciar, diluir o afectar negativamente las marcas, ni a intentar registrar otras marcas que sean sustancialmente similares o que puedan causar confusión en el público.
Sentencia Definitiva: Las partes solicitan al tribunal que emita una sentencia que incorpore los términos del acuerdo, la cual será definitiva e inapelable.
Jurisdicción del Tribunal: El Tribunal Federal conservará la jurisdicción para hacer cumplir los términos de este pacto.
En esencia, el acuerdo resuelve la disputa de forma concluyente, garantizando que el cantante puede seguir utilizando su identidad artística y sus activos profesionales sin restricciones por parte de su exesposa.
Con información de agencias
