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Opinión | El platanillo

Cortesía

Por: Francisco Delascio Chitty

‎A nivel mundial la familia Heliconiaceae está conformada por un solo género Heliconia, y unas 250 especies propias de la América tropical, ciertas islas del Pacifico y Asia.

‎La mayoría de ellas cultivadas como ornamentales por sus inflorescencias llamativas tanto en colores como formas, erectas o péndulas y durabilidad. Comercialmente existen más de 200 variedades e híbridos.

‎En Venezuela se han detectado 30 especies silvestres, incluyendo dos endémicas: H. rodriguensis y H. villosa, la primera procede de los estados Guárico y Miranda, mientras que la segunda se localiza en Carabobo, Miranda, Yaracuy y Distrito Capital.

‎Tanto la familia como el género derivan del griego “helikonios”, Helicon, en referencia a una montaña de la Grecia antigua que según la mitología era el lugar sagrado de las Musas, que inspiraban a los mortales; dicho nombre le fue dado por Carl Linneo (1707-1778), botánico sueco considerado el creador de la clasificación o taxonomía de los seres vivos.

‎La especie a tratar es la Heliconia psittacorum, el epíteto psittacorum, de la voz latina “psittacus” loro y “corum” pico; alude al parecido de sus brácteas florales con el pico de estas aves. El Platanillo, es llamado así por la similitud de sus hojas con las del plátano (Musa x paradisiaca), también se conoce como Platanillo enano, Flor de Loro, Pico ´ loro, Gallito; en diferentes estados venezolanos lo citan como Caponuro lagunero, Caponuro negro; los Waraos (kabisi), Pemones (turia yek), Yabarana (paru) y Makiritare (xararu mada). Es una hierba perenne, rizomatosa hasta 2 m de altura. Hojas lanceoladas a elípticas, glabras.

‎Inflorescencia erecta, 80 cm de long, conformada por 3-6 espatas anaranjadas, rojas o amarillas por inflorescencias, espata inferior más larga que las demás. Flores pediceladas, 5-8 por espatas; perianto (envoltura floral protectora de las partes más delicadas y reproductivas de la flor) de 3-4 cm de long, con una mancha negra en su ápice.

‎Fruto carnoso, trivalvar, azul oscuro, 3-10 mm long; uniseminado. Crece el Platanillo entre los 0-1200 m de altura y ésta ampliamente distribuido en todo el país; habitando sabanas inundables, bosques caducifolios, siempre verdes, sitios abierto anegadizos y morichales. Sus flores tubulares son polinizadas por colibríes cuando estos buscan alimentarse de su néctar.

‎Popularmente los rizomas son comestibles y la decocción de ellos se emplean para combatir la diarrea, inflamaciones o mordeduras de picadas de animales ponzoñosos. Los Platanillos se emplean en paisajismos de jardines públicos o privados.

‎También, están utilizándose en la fitorremediación para eliminar o transformar contaminantes residuales especialmente metales en aguas y suelos. Ellos según ciertas culturas suramericanas simbolizan vida, renovación y la flor de la abundancia, ya que la planta tiene una alta capacidad reproductiva y sus inflorescencias están presente todo el año.

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