Una unidad militar de élite, el Cuerpo del Ejército de Personal y Servicios Administrativos y Técnicos (CAPSAT), ha tomado el control del Gobierno en Madagascar, culminando un golpe de Estado que se precipitó tras la destitución y posterior evacuación del presidente Andry Rajoelina.
El mandatario fue sacado del país africano en un avión francés, en medio de una creciente rebelión y un pulso de poder que marcó la jornada.
El jefe del CAPSAT, Michael Randrianirina, anunció la toma del poder en un discurso ofrecido ante el palacio presidencial.
«Tomamos el poder a partir de hoy», declaró Randrianirina, confirmando oficialmente la culminación de la acción militar.
Inmediatamente, el alto mando militar procedió a la disolución de varias instituciones clave del Estado, incluyendo el Senado y el Tribunal Constitucional Superior.
No obstante, en un intento por mantener una apariencia de continuidad constitucional, el CAPSAT declaró que la Asamblea Nacional, la Cámara Baja del Parlamento, continuará en funciones.
La acción militar se precipitó mientras el presidente Rajoelina intentaba aferrarse al poder. Precisamente, este mismo martes, la Asamblea Nacional votó a favor de destituir a Rajoelina. El ahora expresidente, a su vez, había intentado disolver la Cámara en un esfuerzo de última hora para frenar la votación y evitar su caída, un esfuerzo que finalmente resultó infructuoso.
El país se encuentra ahora bajo control militar, con la comunidad internacional a la expectativa de la evolución de la situación política en la isla.
Con información de agencias
