El índice de precios de la carne publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alcanzó en septiembre un nuevo máximo histórico, situándose en 127,8 puntos, lo que representa un aumento de 0,7% respecto a agosto y 6,6% en comparación con septiembre de 2024.
El repunte fue impulsado principalmente por las carnes de bovino y ovino, cuyos precios se elevaron significativamente debido a la fuerte demanda internacional y la limitada oferta en mercados clave.
En contraste, las cotizaciones de cerdo y aves de corral se mantuvieron estables, reflejando un equilibrio entre oferta y demanda.
Carne de bovino: Alcanzó su precio más alto registrado, impulsada por la demanda sostenida en Estados Unidos, donde la baja disponibilidad interna y la diferencia favorable de precios incentivaron las importaciones, especialmente desde Australia. En Brasil, la tendencia alcista se mantuvo pese al aumento de aranceles por parte de Washington.
Carne de ovino: Experimentó un repunte debido a la escasez de suministros exportables en Oceanía, frente a una demanda mundial creciente.
Carne de cerdo: Se mantuvo estable gracias al interés de nuevos mercados en la carne brasileña, que compensó la menor compra por parte de China, principal consumidor global.
Aves de corral: Las cotizaciones permanecieron firmes, sostenidas por un equilibrio global, a pesar de restricciones temporales en algunos países por brotes de gripe aviar altamente patógena.
La FAO advierte que este comportamiento consolida una tendencia de precios altos en el mercado mundial de la carne, reflejo de las tensiones en las cadenas de suministro, la volatilidad en los costos de producción y una recuperación económica desigual. En este contexto, organizaciones como Fedenaga han alertado sobre la creciente brecha entre el precio del ganado y el costo final para el consumidor, lo que podría agravar el acceso a proteínas en países con economías vulnerables.
Con información de Finanzas Digital
