A pesar de los múltiples beneficios de la tecnología, la exposición constante a luces blancas y azules se ha convertido en un obstáculo creciente para conciliar el sueño y lograr un descanso de calidad.
En respuesta a esta problemática, una nueva tendencia se populariza en redes sociales: las «duchas a oscuras», un sencillo ritual nocturno que, según expertos, ayuda al cuerpo a prepararse para el descanso.
La ciencia detrás de la oscuridad
La técnica de la ducha a oscuras consiste en tomar un baño de 15 a 20 minutos con la luz apagada o muy tenue, complementándolo con elementos que promuevan la relajación, como aceite de lavanda, incienso, una temperatura ambiental fresca y toallas suaves.
El psiquiatra Daniel Amen explicó a Fox News el fundamento científico de este método:
Luz Brillante y Azul: Envía señales al cerebro de alerta, lo que dispara la secreción de cortisol (la hormona del estrés) y disminuye la producción de melatonina (la hormona del sueño), alterando el reloj biológico.
Oscuridad o Luz Tenue: Indica seguridad, activando el sistema nervioso parasimpático e iniciando el «descenso natural del cuerpo hacia el modo de descanso y reparación».
Amen sostiene que al reducir la información visual, se disminuye la carga sensorial en el cerebro. «El cerebro recibe menos señales para procesar, por lo que la parte del cerebro que gestiona el miedo y el estrés tiene menos a lo que reaccionar», afirmó el especialista.
Alternativas y precauciones
El Dr. Amen advirtió que para personas con antecedentes de problemas mentales como traumas, depresión o disociación, la oscuridad total podría resultar más amenazante que relajante.
En estos casos, el psiquiatra recomienda aplicar el método de forma más suave, usando luz tenue, música tranquila y aromas reconfortantes para evitar la sensación de peligro.
Además, para quienes les resulte imposible realizar este ritual nocturno, el especialista sugiere una gran alternativa matutina: una ducha fría. Al activar el nervio vago, el agua fría en las mañanas ayuda a calmar el sistema nervioso después de una exposición prolongada al estrés o la luz artificial.
Las «duchas a oscuras» se presentan así como un método accesible y natural para contrarrestar los efectos de la sobreexposición tecnológica y redescubrir el valor del descanso en un entorno de mínima estimulación sensorial.
Con información de agencias
