La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó enérgicamente los actos de violencia registrados durante la masiva marcha de la Generación Z que tuvo lugar este sábado en la capital del país.
El evento, convocado en respuesta al asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Meza, se presentó como una movilización juvenil cuyo principal reclamo fue la exigencia de mayor seguridad y mejores oportunidades, utilizando la simbología del anime «One Piece».
Condena a la violencia
La mandataria mexicana fue categórica al rechazar el uso de la fuerza.
»Decimos no a la violencia», afirmó. «Si uno no está de acuerdo, hay que manifestarse de manera pacífica. Nunca debe utilizarse la violencia para lograr cambios; siempre por la vía pacífica».
El clima de tensión escaló cuando un grupo de manifestantes logró forzar una de las barreras de seguridad, accediendo a la zona restringida del Palacio Nacional. La respuesta para contener la intromisión y proteger el perímetro del edificio incluyó el lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de cuerpos de policía federal y de la capital.
Cuestionamientos al origen del movimiento
Previo a la protesta, la presidenta Sheinbaum había cuestionado la autenticidad y el origen de la convocatoria. Señaló que la movilización estuvo orquestada a través de una campaña digital en redes sociales, la cual, según sus afirmaciones, fue impulsada por opositores locales y organizaciones de la derecha internacional.
La Presidenta detalló que la campaña incluyó el uso de al menos ocho millones de ‘bots’ (cuentas falsas) y tuvo una valoración de unos 90 millones de pesos (aproximadamente $4.9 millones de dólares).
Sheinbaum insistió en que una parte de los participantes «carecían de un vínculo auténtico» con las demandas genuinas de la Generación Z y, en su lugar, respondían a una «agenda promovida desde el extranjero en contra de su Administración».
Libertad de expresión y esclarecimiento
Pese a sus advertencias, la Presidenta reafirmó su compromiso con la libertad de expresión y el derecho a la manifestación. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de esclarecer públicamente la autoría detrás de la organización para evitar que «utilicen a nadie».
Con información de agencias
