Su Santidad, el Papa León XIV, reafirmó hoy el compromiso inquebrantable de la Santa Sede con la promoción de la justicia global, la paz y la dignidad humana, al recibir a los nuevos embajadores acreditados ante el Vaticano.
En un discurso marcado por la urgencia y la visión, el Sumo Pontífice declaró categóricamente que el Vaticano «no será un espectador silencioso ante las graves desigualdades, injusticias y violaciones de los derechos humanos fundamentales» que aquejan al mundo.
El Santo Padre expresó su preocupación por el panorama global, que se encuentra «cada vez más fracturado y propenso a los conflictos». En este contexto, subrayó que la cooperación activa entre la Santa Sede y las naciones es crucial para fortalecer el compromiso multilateral y revitalizar los organismos internacionales dedicados a la resolución pacífica de disputas.
La diplomacia al servicio de la humanidad
León XIV enfatizó que el objetivo fundamental de la diplomacia vaticana es servir al bien de la humanidad. En este servicio, se presta una atención especial y prioritaria a «las voces de los pobres, de quienes se encuentran en situaciones vulnerables o empujados a los márgenes de la sociedad».
El Papa instó a los diplomáticos presentes a contribuir activamente a «sentar las bases para un mundo más justo, fraterno y pacífico», un llamado que resuena con la necesidad de una solidaridad renovada.
La Paz: Un don activo y exigente
Para concluir su audiencia, Su Santidad reflexionó sobre la naturaleza de la paz, recordando que «la paz no es simplemente la ausencia de conflicto, sino un don activo y exigente».
Ante la profundización de la tensión geopolítica y la fragmentación mundial, el Pontífice insistió en que esta paz debe construirse «en el corazón y desde el corazón», destacando la urgencia de trabajar por una convivencia basada en el diálogo y el respeto mutuo.
Con información de agencias
