Elon Musk, el magnate que construyó su imperio bajo la premisa de que «nadie ha cambiado el mundo trabajando 40 horas a la semana», ha dado un giro radical a su discurso.
En sus más recientes intervenciones, el empresario afirma que el avance de la inteligencia artificial (IA) y la robótica humanizada harán que el trabajo deje de ser una necesidad económica para convertirse en una actividad voluntaria.
Un cambio de paradigma: De la fábrica al «hobby»
Durante años, la imagen pública de Musk estuvo ligada al sacrificio extremo, llegando a dormir en el suelo de sus fábricas para salvar la producción del Model 3. Sin embargo, en una reciente intervención en un foro de inversores en Arabia Saudí y en el podcast People by WTF, Musk proyectó un escenario disruptivo en un plazo de 10 a 20 años: «Trabajar será opcional».
Según el empresario, el aumento exponencial de la productividad impulsado por la IA y robots como Optimus de Tesla permitirá que los seres humanos no dependan de un sueldo para cubrir sus necesidades básicas. Musk comparó el empleo del futuro con cultivar verduras en casa: «Es más difícil que comprarlas, pero algunas personas disfrutan haciéndolo».
La Renta Básica Universal como pilar
Para sostener este modelo, Musk propone la implementación de una renta básica universal. Este ingreso garantizaría la cobertura de gastos esenciales, permitiendo a la población vivir donde desee sin la atadura geográfica de una oficina. “Si puedes pensarlo, puedes tenerlo”, afirmó, subrayando una libertad total de movimiento y propósito.
Esta visión alinea a Musk con otros líderes del sector:
Sam Altman (OpenAI): Ha impulsado experimentos reales sobre renta básica.
Bill Gates (Microsoft): Sugiere que la semana laboral podría reducirse a tres días.
Jensen Huang (Nvidia): Prevé semanas de cuatro días centradas exclusivamente en la creatividad.
El contraste: La ansiedad de la Generación Z.
A pesar del optimismo de Silicon Valley, el panorama para quienes ingresan hoy al mercado laboral es distinto. Mientras los CEOs celebran la automatización, la Generación Z enfrenta una creciente incertidumbre.
Datos del Deutsche Bank Research Institute revelan que los jóvenes son el grupo más preocupado por el impacto de la IA. Mientras las empresas reducen la contratación en puestos de entrada, la promesa de un futuro sin trabajo se percibe más como una amenaza de exclusión que como una liberación del esfuerzo físico.
Con información de agencias
