Este sábado, la redoma El Dorado se convirtió en el escenario de una protesta marcada por el dolor y la exigencia de justicia. Familiares de Alexander Alvarado y Ashleykert Ríos, jóvenes que cumplen hoy cinco días desaparecidos, restringieron el paso vehicular para visibilizar su angustia y solicitar una respuesta efectiva por parte de los organismos de seguridad.
Tensión ante la presencia policial
La manifestación fue monitoreada de cerca por comisiones mixtas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Durante la jornada, se vivieron momentos de tensión cuando las autoridades solicitaron a los manifestantes disolver la concentración para restablecer el libre tránsito. Ante el requerimiento, la madre de uno de los adolescentes rechazó firmemente retirarse sin obtener compromisos concretos sobre el paradero de los menores.
Un clamor por la vida
Con un discurso cargado de urgencia, la representante de las familias cuestionó que el despliegue policial se enfocara en el control de la vía y no en las labores de búsqueda.
“No se perdió un perro ni se perdió un gato; se perdieron dos vidas, se perdieron dos seres humanos. Me vienen a decir que me quite de aquí, cuando más bien deben apoyarme a buscar”, manifestó conmovida ante los medios y ciudadanos presentes.
Asimismo, apeló a la empatía de la sociedad civil y de otras madres: “Hoy es el mío, pero mañana puede ser el tuyo y me va a doler también, porque soy mamá”.
Llamado a las autoridades nacionales
La vocería de los familiares fue enfática al dirigir su petición a las máximas instancias del Estado venezolano. Solicitaron la intervención directa del presidente Nicolás Maduro, el fiscal general Tarek William Saab y la Gobernación del estado, instándolos a tratar el caso con la máxima celeridad y a activar todos los protocolos necesarios para la localización de Alexander y Ashleykert.
Hasta el cierre de esta edición, los familiares mantienen su postura de alerta permanente, a la espera de un reporte oficial que arroje luces sobre el paradero de los jóvenes.
Con información de agencias
