La República Popular China ha dado un paso decisivo en la consolidación de su programa espacial tras el exitoso lanzamiento de un nuevo satélite de pruebas de tecnología de comunicaciones. La operación se llevó a cabo desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en la provincia insular de Hainan, reafirmando el papel de esta sede como eje estratégico para las misiones de carga pesada del país.
Despegue y trayectoria impecable
De acuerdo con el reporte oficial de las autoridades espaciales, el despegue se registró a las 20:30 horas (hora de Beijing). El satélite fue impulsado por un cohete Gran Marcha-5, el vehículo de lanzamiento más potente de la flota china. Tras una trayectoria descrita como «impecable», la carga útil alcanzó con éxito la órbita prevista, cumpliendo así con los parámetros técnicos establecidos para la misión.
Innovación en conectividad global
Este satélite tiene como objetivo principal la ejecución de pruebas de validación para tecnologías de comunicación multibanda. El proyecto está diseñado para:
Optimizar la transmisión de datos a alta velocidad.
Fortalecer las capacidades de respuesta de las redes de comunicación actuales.
Sentar las bases para futuras infraestructuras de conectividad global más eficientes y seguras.
Un récord de fiabilidad
Esta misión marca un hito estadístico al convertirse en el vuelo número 618 de la familia de cohetes portadores Gran Marcha. Este récord no solo subraya la capacidad de producción y lanzamiento de China, sino que consolida la fiabilidad del sistema Gran Marcha dentro de la competitiva industria aeroespacial internacional.
Con este avance, China continúa posicionándose a la vanguardia del desarrollo tecnológico, impulsando soluciones que prometen transformar la comunicación digital a nivel mundial.
Con información de agencias
