Un estudio realizado por investigadores chinos cuestiona la creencia convencional de que las grasas animales son inherentemente dañinas.
La investigación, publicada en la revista NPJ Science of Food, sugiere que el consumo moderado de manteca de cerdo podría, en realidad, reducir la acumulación de grasa corporal y la inflamación asociada.
Para el estudio, los científicos alimentaron a ratones con una dieta donde las grasas representaban el 25 % de su ingesta energética. Luego, compararon los efectos de la manteca de cerdo con los de aceites vegetales como el de semilla de camelia y el de cacahuete.
Tras 24 semanas, observaron un resultado significativo: los roedores que consumieron manteca de cerdo mostraron una reducción en el almacenamiento de grasa corporal en comparación con los otros grupos.
Además, esta grasa animal aumentó los niveles de ácido taurocólico, un compuesto que activa genes vinculados a la descomposición de lípidos.
Según los especialistas, el perfil lipídico de la manteca de cerdo ofrece ventajas. Por un lado, presenta una proporción más favorable de grasas omega-3 frente a omega-6 que los aceites vegetales estudiados.
Por otro lado, es rica en ácidos grasos saturados y monoinsaturados, lo que podría mejorar la sensibilidad a la insulina.
Con información AP
