Según el economista e investigador del Cedice Oscar Torrealba, el Banco Central de Venezuela continúa emitiendo dinero para monetizar el déficit, y eso, no importa cuáles otras políticas adopte, genera hiperinflación sostenida.

Aduce que, por un lado, en Venezuela se está rompiendo un récord histórico al aumentarse la emisión de dinero por encima del 30 % semanal, y a su vez, emitirse certificados de deuda y adoptarse otras políticas económicas como el aumento del encaje legal en forma de paliativos ante la inflación, con efectos y resultados contraproducentes para la economía.

A su modo de ver, se trata de medidas que el Gobierno adopta de forma propagandística para generar cambios en la economía, sin resultados positivos, porque sostiene que no es posible emitir dinero y al mismo tiempo intentar recogerlo, en una suerte de juego que califica de “totalmente absurdo”.

Torrealba tuvo una exposición en el foro organizado por el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad), con la participación también del director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), Oscar Meza, para disertar sobre reconversión, hiperinflación y dolarización,

Para el economista, la inflación es un fenómeno estrictamente monetario que resulta de la monetización del déficit. Agrega que con una inflación interanual de la canasta básica que el Cedice calcula en 119.000 %, no es posible hablar de dolarización, porque en su opinión es un concepto errado.

Explica: “Lo que ocurre es que la variación de precios está muy por encima de la variación del tipo de cambio, aunado al tema del efecto de las remesas que llegan al país, lo que hace que se mantenga la oferta de dólares en forma constante y atractiva, y contribuya a que los precios en dólares no aumenten en igual proporción. Sin embargo, siempre habrá ajustes y por lo tanto seguirán presentándose situaciones como las que estamos viviendo, en las que el dólar en el mercado, por ejemplo, pasó de 115 a 200 bolívares”.

El economista sostiene que la moraleja radica en que en el país se llegó a un punto tal, que el venezolano, ganando en bolívares o en dólares, siempre está perdiendo. En efecto, a la luz de la variación en dólares de la canasta básica, una persona que ganaba en dólares perdió 97 % de su poder adquisitivo. Indica que llegó un momento en que el venezolano encuentra escasas formas de proteger su poder adquisitivo debido a la hiperinflación en la que está inmerso.