La crisis en el sector petrolero venezolano ha sido evidente en los últimos años, esencialmente este 2020 con un impresionante grave desabastecimiento de gasolina. Asimismo, los derrames petroleros y las tragedias ambientales han acaparado los focos de las críticas sobre las operaciones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
No obstante, los efectos a la salud de los ciudadanos no han tenido tanta repercusión, pero un reportaje del medio Tal Cual lo expuso claramente, Frank Rodríguez, de 64 años, habitante de sector El Tejar y extrabajador del Complejo de José, en Anzoátegui, explicó cómo es vivir en las inmediaciones de una planta de refinación petrolera.
“Desde el 2003 empezó a notarse la presencia del coque en la comunidad, debido a que el gobierno no hacía nada para llevarse el coque. Ellos decían que no era contaminante, pero eso no es así. Las matas que sembrábamos se empezaron a poner negras. Y antes era peor porque trabajaban los cuatro mejoradores de la planta y ahora sólo está activo uno, que igual contamina”, dijo.
El coque es uno de los residuos de la refinación petrolera y es sumamente tóxico y peligro, porque contiene mucho azufre, según la profesora Mónica Kräuter. “En contacto con la humedad puede formar ácido sulfúrico, que es el responsable de la lluvia ácida”, expuso.
Actualmente, en el Complejo de José hay una montaña de coque del tamaño de un edificio de 20 pisos de altura y que, en el año 2019, tenía 15 millones de toneladas. Esto genera un cúmulo de químicos tóxicos en las inmediaciones de hogares venezolanos.
Eudis Girot, director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), explicó la gravedad de las montañas de coque. El sindicalista, quien ha alertado de los riesgos que corren los empleados de Pdvsa, señaló que el combustible sólido puede generar varias enfermedades.
“Las montañas de coque son impresionantes. Ese coque acumulado enferma a los trabajadores, respiran los gases tóxicos que emana y se les mete por la piel”, dijo Girot.
Efectivamente, los trabajadores de la División Oriente, donde se encuentran las grandes montañas de coque, son los más afectados por enfermedades respiratorias. Padecimientos como asma y bronquitis aparecen, además de enfermedades coronarias e, incluso, cáncer.
Kräuter afirmó que el coque tiene metales pesados como níquel y vanadio y en altas concentraciones generan efectos nocivos para la salud. “Esto sucede porque el ser humano no tiene forma de eliminar los metales pesados una vez ingresan al organismo, se acumulan y crean estos efectos”, acotó.
En este contexto, y tras variados derrames de crudo, Pdvsa no ha brindado informes financieros y operativos desde el 2017, al igual que los boletines de gestión ambiental. Mientras más se profundiza la crisis en el sector de carburantes venezolanos, mayor es el hermetismo en la que llegó a ser una de las compañías petroleras más importante del mundo.
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