Remontar fue la clave. El City tenía todo cuesta abajo, pero en un abrir y cerrar de ojos se tornó todo de color rosa o en su caso, azul celeste.
El juego que había comenzado de la peor manera posible para los “Citizen” con un gol tempranero de Matty Cash y luego Philippe Coutinho pondría el 0-2 para darle las esperanzas a su ex equipo, que no podía ganar en el momento ante el Wolverhampton.
La llave del gol llegó en un jugador que se despide. Ilkay Gundogan entró para cambiar el encuentro de una manera muy radical, al abrir el marcador solo ocho minutos después de su ingreso con un cabezazo. Luego Rodri igualaría las acciones con un golazo desde fuera del área que pondría a soñar a los fanáticos del Manchester City.
Se le venía la noche al Aston Villa. El City no dejó de atacar en ningún momento del encuentro y había encontrado arco finalmente, hasta que por fin volteó el encuentro. Un pase rastrero de Kevin De Bruyne terminó con Gundogan sellando la victoria en el segundo poste al solamente empujarla.
El Manchester City se coronó campeón de la Premier League por segundo año consecutivo y sumando su único título en el año, superando por un punto al Liverpool que también ganó su encuentro por marcador de 3-1.
Meridiano
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