En otros tiempos vecinos de la parte baja de Agua Salada se congregaban en la plaza Antonio José de Sucre a las puertas de la iglesia Virgen del Carmen para escuchar las 12 campanadas y darle la bienvenida al año nuevo.
Desde hace dos años, esta tradición se vio truncada cuando quienes hacen vida en la zona se percataron que los amigos de lo ajeno habían cargado con las dos campanas que conformaban el campanario de la icónica iglesia.
“Esto sucedió cuando se hacían largas colas para surtir combustible, dado que estamos muy cerca de la estación de servicio. Un día nos dimos cuenta que las campanas ya no estaban. Hicimos el llamado a las autoridades pero, ya tenemos dos años sin campanas acá y eso pareciera no importar”, expresó Cesar Pérez, habitante de la zona.
No conformes con despojar a la iglesia del campanario, también se llevaron el busto de bronce del General Antonio José de Sucre, ubicado en la plaza del mismo nombre frente a la iglesia.
“Las acciones hamponiles no quedaron en las campanas solamente, también se llevaron el busto de Sucre. No sabemos si fueron los mismos que se robaron las campanas o si fueron otros delincuentes, lo cierto fue que cargaron con una pieza muy valiosa, simbólica y que pertenece al ornato público”, agregó Pérez.
La plaza está en el olvido
Por otra parte, la maleza y la falta de alumbrado también están a la orden del día en la plaza Sucre de Agua Salada, pasando de ser un punto de encuentro para la sana convivencia a una guarida perfecta para la delincuencia.
“La última vez que alumbraron la plaza fue para las fiestas de la virgen pero, esos bombillos solo duraron un día y no estoy exagerando”, aseguró el entrevistado.
Finalmente, César Pérez hizo un llamado a las autoridades competentes.
“Son muchos los inconvenientes que tenemos acá y con los que debemos lidiar los vecinos de esta parte de Agua Salada, es por ello que pedimos, aprovechando que se acerca diciembre, que le hagan un cariñito a esta zona. Ojalá se pudiera colocar un nuevo campanario y que por lo menos se limpie este monte, que se poden los árboles cuyas ramas ya se han enredado con el cableado eléctrico, y que se alumbre la zona. Nos preocupa que ahora hay una cañería tapada y ya está brotando frente a la plaza, el olor putrefacto es insoportable. Esperamos que las autoridades competentes giren la vista para este sector”
Gledis Bonilla
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