A veces la vida nos pone a prueba con situaciones bastante complicadas, contextos inesperados, obstáculos que nos hacen cuestionar nuestras capacidades, siendo inevitable rendirse en un primer momento.
Luego toca vivir una etapa de aceptación, y por último, comienzas a recordar que no se trata de ser víctima de las circunstancias. Hay quienes se convierten en resilientes y transforman esas situaciones en grandes oportunidades que les permiten demostrar que todo es posible.
Prueba de ello es Brian Farías, de 24 años edad, bolivarense, hijo único de la unión entre Yajaira Frey y José Luis Farías, quien fue diagnosticado con trastorno del espectro autista y quien convirtió su condición en una fortaleza para lograr sus metas, entre ellas, las de convertirse en el primer abogado con autismo graduado en la Ugma Ciudad Bolívar.
Una inspiradora historia tanto para quienes tienen su misma condición y para quienes piensan que las circunstancias adversas determinan su destino.
Un camino de transformación
El trayecto de Brian en la universidad no fue fácil. Estuvo marcado por grandes desafíos como entender a sus profesores y adaptarse a sus compañeros.
Sin embargo, describe cómo desde la aceptación convirtió las características de su condición en fortalezas para concluir con éxito su formación académica.
“Había ocasiones en las que cuando pensaba que entendía a los profesores me llevaba la sorpresa que lo que ellos querían decir no era lo que yo entendía, eso me retó hasta lograr entenderlos.
Luego, cuando se trataba de hacer estudios grupales con mis compañeros había choques por diferencias de pensamiento, sin embargo, logré encontrar puntos de convergencia y superar la barrera de conectarme con ellos de forma eficiente, y con los profesores, cumplir sus expectativas”, comparte.
Marcando la diferencia
Brian afirma que la fortaleza mental fue un factor clave que lo llevó de la aceptación a la transformación.
“Entrenar la mente, centrarse en la meta, insistir, persistir y nunca existir. En mi caso, pese a las caídas he llegado a un nivel de fortaleza mental que es casi como un nivel de relajación impresionante.
Nervios de acero, eso un una virtud bastante decisiva para un éxito a largo plazo”, aseveró.
Entenderse así mismo, también ha sido fundamental para Brian, como herramienta para vencer los obstáculos tanto académicos como sociales. “Si te conoces a ti mismo vas a conocer a las demás personas a un grado bastante impresionante”, afirma.
Ángeles en el camino
Durante toda su vida y, especialmente, en su formación universitaria, hubo personas que brindaron un apoyo incondicional a nuestro entrevistado, quien afirma que, “sin ellos nada habría sido posible”.
Primero fue el amor de sus padres. “Mi mamá por un lado fue el apoyo para poder seguir adelante. Fue ella la que me siguió animando pese a la dificultad y la adversidad, la columna que me sostuvo. Mi papá, fue gracias a él que pude ingresar a la universidad con su apoyo financiero. Esos dos fueron muy importantes para tener este nivel de éxito”.
Brian también habla de lo bien que le hacían las visitas de su tío Emilio, quien siempre ha tenido la frase perfecta para sacarle una sonrisa. Con un brillo especial en sus ojos, relata que su mascota también fue un gran apoyo durante sus años de estudios. “Es un perico. Cada vez que yo llegaba a mi casa, siempre me recibía con su alegría que me animaba todos los días”.
También, recuerda a todos sus profesores y, especialmente, «a la profesora Mabel Aguilera. Tengo mucho que agradecerle”.
Metas por cumplir
Para Brian ahora comienza una nueva etapa y son muchos los sueños que desea cumplir. “Mi primer objetivo es buscar un trabajo relacionado a mi profesión. Tengo metas a mediano y largo plazo, disfrutar de una vida tranquila, estable. Sueño con tener mi propia casa, mi familia y ayudar a otras personas”.

También sueña con convertirse en archivista. “Deseo conservar todo conocimiento posible digital, conservar cualquier conocimiento jurídico, hecho histórico, cualquier relato, de manera que, las siguientes generaciones o historiadores interesados puedan recurrir a estos archivos y nutrirse sobre eventos importantes que hayan ocurrido y que marcaron nuestra historia en esta época. Sería genial trabajar en ello”.
Ejemplo que inspira
La historia de Brian es una invitación a no rendirse, a tener autoconfianza, creer en sí mismo y aprender a pensar en positivo, “porque todo lo que creemos en nuestra mente lo podemos hacer realidad, sin importar los obstáculos”.
También, resalta la importancia del apoyo de quienes están a nuestro alrededor. “Somos seres humanos, es inevitable que seamos una especie social. Es innegable que necesitamos apoyo, porque nosotros solos no podemos”.
En forma de anécdota, cuenta que está en un pequeño grupo social en donde tiene a un amigo con espectro autista, que es de Chile, ya tienen 5 años de amistad y asegura que se la llevan muy bien.
“Nos desahogamos, nos damos confianza, nos ayudamos, nos motivamos. Ese tipo de cosas puede ayudar bastante al alcanzar seguridad en uno mismo. Y bueno, ese es mi consejo. Buscar a alguien y aprender todo el entorno que tengas a tu disposición, pero jamás tirar la toalla. En lugar de pensar qué vas a perder, pensar en que lo vas lograrás, sin importar las adversidades”.
Un mensaje de esperanza
“´El autismo no te define, tú defines el autismo´. Es decir, somos nosotros los que los que definimos cómo nos comportamos en ciertas circunstancias, ya que cada uno presenta sus propias condiciones. No es una debilidad, ni un defecto. Sencillamente, es un reto distinto. Se trata de aprender a adaptarse al problema. No hay que dudar de sí mismo, porque cada persona tiene sus virtudes y sus defectos, pero puedes convertir esos defectos en tus fortalezas”, concluye.
Gledis Bonilla