El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha instado a los gobiernos de todo el mundo a desarrollar y poseer su propia infraestructura para la inteligencia artificial (IA), al tiempo que ha desmentido rotundamente que su empresa esté buscando garantías públicas para sus multimillonarias inversiones.
La declaración de Altman en la plataforma X (anteriormente Twitter) busca disipar la polémica generada por recientes comentarios de la directora financiera de la compañía que sugerían lo contrario.
«No tenemos, ni queremos, garantías gubernamentales para los centros de datos de OpenAI», declaró Sam Altman, intentando calmar la controversia tras las afirmaciones de su directora financiera, Sarah Friar, que habían abierto la puerta a la participación estatal en la financiación.
Altman argumentó que el enfoque más sensato sería que los propios gobiernos tomen la iniciativa en este ámbito. «Lo que creemos que tendría sentido es que los gobiernos construyeran (y fueran propietarios de) su propia infraestructura de IA, pero en ese caso, los beneficios resultantes también deberían corresponderles», añadió el ejecutivo.
La aclaración se produce después de que Sarah Friar, directora financiera de OpenAI, sugiriera el miércoles durante una conferencia del Wall Street Journal en California que la empresa contemplaba un ecosistema de financiación variado. «Tenemos en mente un ecosistema compuesto por bancos, capital de inversión e incluso, quizás, el gobierno», dijo Friar.
La directora financiera añadió además que las garantías de préstamos federales «reducirían considerablemente el costo de la financiación» para la ambiciosa expansión de la infraestructura de IA de la empresa, que se estima requiere cientos de miles de millones de dólares en inversión.
Las declaraciones de Altman reafirman la intención de OpenAI de financiar su expansión en infraestructura a través del sector privado y desmarcan a la compañía de cualquier potencial «rescate» o apoyo financiero directo del gobierno.
Con información de agencias
