La compañía tecnológica Meta se encuentra nuevamente en el centro de una intensa controversia tras la divulgación de documentos internos y testimonios en el marco de una demanda colectiva en Estados Unidos.
La información, obtenida por la revista Time, sugiere que Meta habría priorizado el crecimiento de sus plataformas Facebook e Instagram a pesar de contar con evidencia interna que alertaba sobre los graves riesgos para la salud mental y la seguridad de los adolescentes.
Crecimiento vs. Seguridad: Las acusaciones centrales
Los archivos citados en la demanda indican que la empresa, de manera reiterada, retrasó o bloqueó la implementación de medidas de seguridad propuestas por sus propios especialistas.
Esto ocurrió incluso ante advertencias claras sobre:
Adicción a las plataformas.
Aumento de síntomas como ansiedad y depresión entre los usuarios jóvenes.
Exposición a contenido perjudicial.
Entre las alarmas internas más destacadas se encontraban el contacto frecuente de adultos desconocidos con menores y la persistencia de material relacionado con trastornos alimentarios, suicidio y abuso sexual infantil, el cual rara vez era eliminado de las plataformas.
Más de 1.800 demandantes, incluyendo padres, menores, escuelas y fiscales estatales, acusan a Meta de conocer y ocultar estos riesgos durante años. Testimonios señalan que, desde 2017, la estrategia de la compañía se habría centrado en atraer y retener a usuarios jóvenes, llegando a rechazar intentos de fortalecer la seguridad para no afectar la participación adolescente.
Comparación con la industria tabacalera y políticas cuestionadas
El abogado Previn Warren, representante de los demandantes, trazó una severa analogía: “Meta ha diseñado productos que sabe que son adictivos para los niños y que pueden causar graves problemas de salud mental”.
Entre las prácticas más cuestionadas se encuentra la denominada política de “17 infracciones”, la cual supuestamente permitía que cuentas vinculadas a trata sexual acumularan hasta 16 violaciones de las normas antes de ser suspendidas. Asimismo, se señala que Meta habría ocultado estudios internos que demostraban una disminución significativa en ansiedad y depresión en usuarios que dejaban de usar las redes sociales durante una semana.
Si bien Meta implementó algunas medidas de seguridad en 2024, como cuentas privadas por defecto para adolescentes y filtros de contenido sensible, la demanda sostiene que estas acciones se demoraron durante años a pesar de las insistentes advertencias de sus propios equipos.
Posición de la empresa y relevancia del debate
Meta rechaza la mayoría de las acusaciones, argumentando que los documentos filtrados representan solo una selección parcial del contexto. Time ha aclarado que no tuvo acceso directo a los archivos, ya que estos permanecen bajo sello judicial.
Este caso reaviva con fuerza el debate global sobre la responsabilidad de las grandes empresas tecnológicas y su profundo impacto en la salud mental de los jóvenes en la era digital. La comunidad legal y el público esperan el desarrollo de este litigio que podría sentar precedentes significativos en la regulación de las redes sociales.
Con información de agencias
