El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, está considerando la posibilidad de declarar un nuevo estado de emergencia en Washington D.C. Esta medida se tomaría si las autoridades policiales locales no colaboran con las redadas migratorias.
A través de su red social Truth Social, el presidente Trump afirmó que la imposición previa de un estado de emergencia contribuyó a reducir la criminalidad en la ciudad. Sin embargo, advirtió que si los organismos de seguridad de la capital no cooperan con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), la inseguridad volvería a aumentar.
Estas declaraciones surgen luego de que el estado de emergencia anterior, impuesto por su gobierno, expirara la semana pasada. Trump argumenta que el despliegue de la Guardia Nacional es fundamental para enfrentar el crimen, y ha amenazado con extender la movilización de tropas a otras ciudades gobernadas por alcaldes demócratas.
Por su parte, la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, emitió una orden el 2 de septiembre para que la ciudad colaborara con las agencias federales de seguridad de forma indefinida, pero excluyó explícitamente al ICE de esta cooperación. Además, la alcaldesa ha manifestado que no espera que el Departamento de Policía Metropolitano participe en la aplicación de leyes migratorias.
El presidente Trump, finalizó su comunicado con una advertencia a los residentes de Washington D.C.: “Si se permite que esto ocurra, el crimen resurgirá nuevamente. A los ciudadanos y negocios de Washington D.C., ¡no se preocupen, estoy con ustedes, y no permitiré que esto pase! ¡Llamaré a una emergencia nacional, y federalizaré si es necesario!”.
Con información de agencias
