El exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, se presentó este viernes ante un tribunal federal para su primera audiencia tras ser formalmente imputado por el Departamento de Justicia, enfrentando 18 cargos relacionados con el uso indebido de documentos e información clasificada.
Durante la comparecencia, el exfuncionario que sirvió en el gobierno de Donald Trump entre 2018 y 2019, se declaró no culpable de todas las acusaciones en su contra.
Bolton, enfrenta ocho cargos por transmisión de información de defensa nacional y diez por retención de dicha información. De ser hallado culpable, las penas potenciales podrían ascender a diez años de prisión por cada cargo.
Aunque el exasesor de Seguridad Nacional quedó en libertad, el tribunal le impuso restricciones de viaje, incluyendo la obligación de solicitar permiso judicial para cualquier salida del país. La próxima comparecencia judicial fue fijada para el 21 de noviembre, y las mociones previas deberán ser presentadas una semana antes. Se anticipa que el caso avanzará lentamente debido a la complejidad y sensibilidad del material clasificado involucrado.
La acusación formal del Departamento de Justicia detalla que Bolton redactó detallados apuntes personales mientras ejercía sus funciones entre 2017 y 2019. Estos textos, descritos como una especie de diario, incluían material clasificado, conversaciones confidenciales y datos de alto nivel, los cuales supuestamente compartió con dos familiares que colaboraron en la redacción de su libro de memorias, publicado en 2020.
Adicionalmente, el Departamento de Justicia investiga el posible uso de un correo electrónico personal para enviar esta información, cuenta que habría sido comprometida en un ciberataque atribuido a actores vinculados a Irán.
En un comunicado, Bolton ha rechazado rotundamente las acusaciones, sosteniendo que es víctima de una «persecución política».
“El Departamento de Justicia ha sido instrumentalizado para atacar a quienes Trump considera sus enemigos”, afirmó. Su equipo legal también niega categóricamente que haya retenido o divulgado material clasificado.
El proceso judicial apenas comienza y tiene el potencial de convertirse en un caso de alto perfil, con importantes implicaciones políticas y legales en el panorama estadounidense.
Con información de agencias
