El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió esta jornada con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en el marco de la 47.ª Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) que se celebra en Kuala Lumpur, Malasia. El encuentro, calificado como un tímido acercamiento diplomático, estuvo inevitablemente marcado por la arremetida tarifaria impuesta por la Casa Blanca contra la nación suramericana.
El encuentro se produjo pese a que ambos líderes se encuentran en las antípodas ideológicas. Previo a la reunión, los jefes de Estado sostuvieron una breve conversación de aproximadamente ocho minutos con la prensa.
Agenda comercial y económica
Tras la cumbre, el mandatario brasileño compartió detalles del diálogo, que calificó de «excelente».
»Tuve una excelente reunión con el presidente Trump este domingo por la tarde en Malasia. Discutimos de manera franca y constructiva la agenda comercial y económica bilateral. Acordamos que nuestros equipos se reunirán de inmediato para avanzar en la búsqueda de soluciones para los aranceles y las sanciones contra las autoridades brasileñas», afirmó el presidente Lula.
Lula da Silva ha mantenido una postura firme, señalando que los aranceles de EEUU contra Brasil carecen de «justificación alguna» y representan un ataque directo. Sin embargo, ha dejado claro que mantiene las vías abiertas para un diálogo de respeto con su par estadounidense.
El contexto político-judicial: El caso bolsonaro
La guerra comercial impulsada por Washington tiene como uno de sus detonantes el proceso judicial y la condena contra el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro, quien es un aliado cercano del presidente Trump.
Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de prisión por su papel en el intento de golpe de Estado contra Lula en 2023. Esta sentencia desató duros señalamientos de Estados Unidos, lo que derivó en la imposición de varias sanciones contra altos representantes del Poder Judicial brasileño.
La compleja situación política interna de Brasil y las tensiones generadas por la condena de Bolsonaro añaden una capa de dificultad a las ya tensas relaciones económicas bilaterales.
Con información de agencias
