Para la directora de cine María José Cuevas, al realizar la bioserie Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero, descubrió en la persona de Alberto Aguilera a un visionario que tuvo el detalle de realizar su retrato audiovisual por cuatro décadas.
“Por algo registró toda su vida, no es nada más el material en video, tenía las libretas donde escribía sus canciones”, dijo.
La creadora de documentales cómo Bellas de noche (2016) y La dama del silencio. El caso mataviejitas (2023), explicó que conocían la existencia de ese tesoro audiovisual, aunque por diversas razones no pudieron acceder a él.
“Cuando nos dimos cuenta de la inmensidad del archivo, eran 2 mil tapes que había guardado en bodegas de sus diferentes casas; fue entrar en pánico y emoción al mismo tiempo, no sabíamos qué hacer con todo esto”, dijo Laura Woldenberg, productora ejecutiva.
Laura señaló que entonces decidieron cambiar el proyecto y que pasara, de un documental, a una serie basada en ese archivo.
“Aquí contamos desde el inicio hasta el fin de su vida, porque él documentó en diferentes formatos; así como vas viendo la evolución de la vida de Juan Gabriel, también es un viaje en el tiempo de cómo ha ido evolucionando el audiovisual”, expresó Woldenberg sobre esta serie, disponible en Netflix desde este fin de semana.
Laura explicó que trabajaron con la venia de la familia Aguilera, donde al heredero de Juan Gabriel, su hijo mayor, Iván Aguilera, lo convencieron de que se trataba de un proyecto serio, honesto, que mostraría sus claroscuros.
Con información El Nacional
Alberto Aguilera: el mejor testigo de Juan Gabriel en su docuserie



