La edición 2025 de Miss Universo se encuentra sumida en una profunda crisis de credibilidad a escasas horas de la gala final en Tailandia, luego de la renuncia en masa de tres miembros clave del jurado calificador en medio de graves acusaciones de falta de transparencia y «presunto fraude».
La polémica se desató con la dimisión del músico y empresario Omar Harfouch, quien utilizó sus plataformas sociales para hacer pública su salida y señalar un sistema de evaluación comprometido. Harfouch denunció la existencia de un «jurado improvisado» y «conflictos de interés significativos» entre algunos miembros y las candidatas, declarando que se negaba a ser parte de esta «farsa».
A la renuncia de Harfouch se sumaron rápidamente el exfutbolista francés Claude Makélélé y la presidenta del comité, la Princesa Camilla di Borbone delle Due Sicilie. Si bien algunos motivos han sido citados como personales, sus dimisiones se enmarcan en la creciente controversia que sacude al certamen de belleza.
La MUO niega las acusaciones
En respuesta a la escalada del escándalo, la Organización Miss Universo (MUO) emitió de inmediato un comunicado negando vehementemente las acusaciones de fraude. La organización aseguró que su proceso de evaluación es «transparente y supervisado».
La MUO sugirió que las afirmaciones de Harfouch se debían a una confusión entre el panel oficial de jueces del concurso y una lista de nombres vinculados a una iniciativa de impacto social separada.
Una final marcada por la polémica
La salida de tres integrantes del panel de jueces a solo horas de la coronación convierte a la final de esta noche en una de las más controversiales de la historia reciente del certamen. El escándalo plantea un serio desafío a la credibilidad del resultado final y a la imagen de la organización justo en el momento de mayor exposición mediática.
Con información de agencias
