La reciente coronación de Fátima Bosch, representante de México, como Miss Universe 2025 la noche del 20 de noviembre en Tailandia, se ha visto empañada por un grave escándalo. Inmediatamente después del triunfo, la organización y, en particular, el copropietario del certamen, el empresario Raúl Rocha, se han convertido en el foco de acusaciones de fraude y conflicto de intereses.
El vínculo con PEMEX desata la polémica
La controversia gira en torno a un supuesto nexo entre el empresario Rocha y la familia de la recién coronada reina. El origen de las denuncias se encuentra en un contrato de 40 millones de dólares que una firma de Raúl Rocha obtuvo con Pemex, la petrolera estatal mexicana, en febrero de 2023. En aquel momento, el padre de la ganadora, Bernardo Bosch Hernández, formaba parte de la directiva de la mencionada empresa.
Los críticos y varios medios de comunicación sugieren que esta conexión previa podría haber influido en el resultado del concurso, insinuando un posible favoritismo hacia la candidata mexicana.
Raúl rocha se defiende y anuncia acciones legales
En respuesta a la creciente ola de acusaciones, el presidente del concurso, Raúl Rocha, emitió un comunicado a través de su cuenta de Instagram para desmentir categóricamente cualquier tipo de favoritismo. Rocha defendió su inocencia con una estricta cronología de fechas.
Aseguró haber adquirido el 50% de la organización de Miss Universo en enero de 2024, casi un año después de la firma del contrato con Pemex en febrero de 2023.
Afirmó que conoció a la familia Bosch apenas en septiembre de 2025, descartando cualquier vínculo o relación previa que pudiera haber motivado un conflicto de intereses.
Negó rotundamente tener cualquier relación actual con la petrolera estatal.
Ante lo que considera una «difusión de información falsa» con el objetivo de generar polémica oportunista, el empresario anunció que iniciará acciones legales por difamación contra los medios de comunicación responsables de replicar las acusaciones.
Pemex se desliga de la controversia
Por su parte, la empresa Pemex también se pronunció públicamente. Mediante un comunicado oficial, la petrolera estatal negó tener cualquier tipo de injerencia o participación en el certamen de belleza, buscando deslindarse de la controversia que enlaza a uno de sus antiguos directivos con la actual propietaria del título de Miss Universo.
Con información de agencias
