En su primer mensaje navideño como Sumo Pontífice, el Papa León XIV hizo un enérgico llamado a los líderes políticos de América Latina, instándolos a priorizar el diálogo y el bien común por encima de las fracturas ideológicas y partidistas que dividen a la región.
Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, y previo a la tradicional bendición Urbi et Orbi, el Santo Padre se dirigió a miles de fieles que desafiaron una intensa lluvia para congregarse en la plaza. Esta ceremonia, que siguió a la solemne Misa de Navidad, representa una de sus apariciones públicas más significativas desde el inicio de su pontificado.
Un llamado a la unidad regional
Ante los complejos desafíos económicos y sociales que atraviesa el continente americano, León XIV pidió que se privilegie el entendimiento mutuo. En su alocución, enfatizó la necesidad de buscar soluciones compartidas y evitar los modelos de exclusión y confrontación política que frenan el progreso de los pueblos.
»Frente a los desafíos de la región, es imperativo apostar por el diálogo como el único camino para alcanzar el bien común», señaló el Pontífice.
Paz global y solidaridad con los vulnerables
Manteniendo la línea diplomática de sus predecesores, el Papa no pasó por alto los conflictos internacionales. Elevó una oración por la paz en Oriente Medio, Ucrania y otras zonas azotadas por la violencia, subrayando que la transformación del mundo comienza con la humildad y el perdón.
El mensaje central de su homilía se enfocó en la empatía hacia quienes sufren:
Migrantes y refugiados: Recordó con especial dolor a quienes cruzan el Mediterráneo y recorren el continente americano en busca de seguridad.
Los más vulnerables: Invitó a los fieles a reconocer sus propias faltas y ponerse en el lugar del prójimo.
Un compromiso espiritual: “Al acoger a los necesitados, acogemos al Niño Jesús”, concluyó el Papa ante una plaza visiblemente conmovida.
Sobre el inicio del Pontificado
Este primer mensaje de Navidad de León XIV marca el tono de su misión pastoral, centrada en la justicia social, la acogida al migrante y la mediación en conflictos políticos a través de la fe y la diplomacia vaticana.
Con información de agencias



