“Hablan de amor pero el verdadero signo de este gobierno es destrucción y muerte. Destruyeron el aparato productivo y por eso la enorme escasez. Ahí tenemos el ejemplo de Alcasa totalmente paralizada. Destruyen la naturaleza con la imposición de la minería compulsiva en el llamado Arco Minero. Destruyen vidas de provecho, de hombres y mujeres de bien, como los jóvenes asesinados en las manifestaciones y los siete muertos en la ya llamada ‘masacre de El Junquito”.
Moreno indicó que lo ocurrido con el expolicía Oscar Pérez y sus compañeros –así como una joven dama embarazada- es otro capítulo más de “esta régimen de terror que hoy sufrimos los venezolanos. Es vergonzoso lo que acaba de ocurrir con ese caso. Ahora le niegan los cadáveres de los masacrados a sus familiares, para que les puedan dar cristiana sepultura. Debemos regresar al camino del bien, apostar a la vida y al progreso. No hay otra salida”.
Precisó, asimismo, que a todas estas muertes “hay que sumarles a los niños y ancianos que perecen por desnutrición, que según la institución católica Cáritas, son 300 mil los menores que están amenazados por esta realidad. También los fallecimientos por paludismo y muchas otras enfermedades debido a la falta de medicinas, a los que mueren por la grave inseguridad que, no solo no es atacada, sino que es permitida y auspiciada desde el poder. Ni hablar de las prisiones injustas contra muchos venezolanos por el simple ejercicio del derecho a disentir, garantizado en nuestra Constitución Nacional. Por eso es urgente que haya un cambio en Venezuela para que detengamos el avance de este perverso modelo fracasado que ha llenado de dolor y tristeza la mayoría de los hogares venezolanos. Hoy nuestros jóvenes se han ido o se quieren ir del país porque no ven futuro en nuestro suelo”. Prensa Fetrabolívar
