Con su cumpleaños número 35 a la vista, el toletero ahora enfrenta la labor de ayudar a los jugadores jóvenes, a la vez de mantener su gran nivel individual e impulsar a los Tigres a la mayor cantidad de victorias posible.
En lo que va de los Entrenamientos de Primavera de los Tigres, todo indica que el venezolano Miguel Cabrera se encuentra con buena salud, después de estar limitado por una molestia en la espalda durante prácticamente toda la temporada pasada.
También importante, para unos Felinos en reconstrucción, es que Cabrera se siente contento. “Sí, me siento bien”, dijo Cabrera hace unos días. “En estos momentos todo se trata de resultados. Y los resultados han sido bastante buenos. Todo ha sido positivo”.
El exdirigente de Detroit, Jim Leyland, decía que la tarea más importante para un nuevo mánager es que los veteranos del club estén de acuerdo con su plan. En situaciones normales, la estrategia es guiar a la contienda a un equipo que no ha tenido éxito. En estos momentos los Tigres no se encuentran en esa situación. Gardenhire tiene un equipo joven que probablemente se vuelva aun más joven, mientras los Felinos avancen en su proceso de reconstrucción. En medio de este proyecto de juventud se encuentra Cabrera, quien en el pasado ha jugado, pese a dolencias en una ingle y hasta una fractura en un pie para ayudar a Detroit a llegar a la postemporada.
Espejo para los jóvenes
Con su cumpleaños número 35 a la vista, el toletero ahora enfrenta la labor de ayudar a los jugadores jóvenes, a la vez de mantener su gran nivel individual e impulsar a los Tigres a la mayor cantidad de victorias posible.
“Está corriendo sin problemas. Está muy entusiasmado”, indicó Gardenhire. “Como dije antes, ha participado en todos los ejercicios. Hemos practicado el corrido de bases en los terrenos de atrás y me han dicho que también fue parte de ellos. Se siente bastante bien y queremos que mantenga eso. Él no ha podido ocultar su entusiasmo”.
Por ahora, Gardenhire está bastante optimista por lo que ha visto. Pero después de ser un capataz de equipos oponentes de Cabrera, el piloto obviamente está contento de estar en la misma cueva que el cañonero.
“Todavía me asusta un poco cuando da swings”, bromeó Gardenhire, “de la misma manera en que sucedió cuando estaba en la otra caseta. Es un bateador profesional, se mantiene sobre la bola y sabe cómo pegarle fuerte. En los partidos hace lo mismo. Y cuando un lanzador comete un error, su bate es bastante rápido en la zona de strike.
Vía: el nuevo diario