El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, informó este lunes que le comunicó a su par guyanés, Carl Greenidge, la “necesidad” de reactivar “cuanto antes” las conversaciones para dirimir la controversia por la zona fronteriza del Esequibo y aseguró que Georgetown genera “falsas expectativas unilaterales”
“Le hemos comunicado al Canciller Greenidge de Guyana, la necesidad de reactivar cuanto antes nuestras conversaciones bilaterales de alto nivel. El unilateralismo es contrario al Acuerdo de Ginebra, es improcedente e imposibilita el avance hacia una solución a la controversia”, sostuvo Arreza en un mensaje en su cuenta de Twitter.
“El Gobierno de Guyana pretende conducir la controversia sobre la Guayana Esequiba hacia un callejón sin salida, generando falsas expectativas unilaterales. El único camino para avanzar es retomar los contactos bilaterales, apegados siempre al Acuerdo de Ginebra de 1966″, añadió en otro trino.
Guyana introdujo hace unos días ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) una solicitud para que “se confirme la validez legal y el efecto vinculante del laudo arbitral de 1899 con respecto a la frontera” entre los dos países y que Venezuela considera “nulo” e “írrito”.
Tras esta decisión de Guyana, Venezuela invitó a su vecino por el este a avanzar en la selección “de mutuo acuerdo” del método de “solución pacífica de la controversia”, y para lo que propusieron “reiniciar los contactos diplomáticos” que lleven a los dos países a “alcanzar una solución práctica”.
A finales de enero, el secretario general de la ONU, António Guterres, decidió remitir a la CIJ la disputa territorial al considerar que esta vía era la mejor para los dos países, decisión rechazada poco después por Venezuela.
Guterres dio este paso después de que su antecesor, Ban Ki-moon anunciara que si para finales de 2017 no había avances significativos, el asunto se llevaría ante la Corte, con sede en La Haya.
La región del Esequibo está bajo mediación de la ONU desde la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966, pero la disputa territorial se agudizó en los últimos años tras el descubrimiento por parte de Exxon Mobil de yacimientos de petróleo en aguas en la zona.
El Gobierno de Venezuela emitió por aquellos días un decreto presidencial en defensa del país, con una demarcación que incluía como propias todas las aguas del Atlántico frente a la costa de Esequibo, una maniobra que generó el rechazo del Gobierno guyanés y disparó la tensión entre las dos partes.
La región del Esequibo abarca un área de unos 160.000 kilómetros cuadrados, lo que supone las tres cuartas partes del territorio de Guyana.
En el Acuerdo de Ginebra, los dos países dieron al secretario general de la ONU la responsabilidad de elegir un medio para la resolución pacífica de la cuestión y la posibilidad de, si este no tenía éxito, buscar otra vía.
Greenidge, advirtió este domingo que su Gobierno y el de Venezuela tendrán que aceptar el veredicto que emita la CIJ o enfrentar sanciones de la ONU si violan la decisión sobre la disputa fronteriza por la región del Esequibo.
Información de EFE