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jueves, noviembre 28, 2024

Con nuevo presidente Paraguay

El electo presidente conservador dice que dará continuidad a las actuales políticas económicas, en un país con una pobreza que afecta a casi una cuarta parte del país.

El oficialismo ha logrado conservar el poder en Paraguay.

Después de una jornada electoral que según las autoridades registró una participación de 63%, los paraguayos eligieron como su próximo presidente a Mario Abdo Benítez, quien representa al conservador Partido Colorado y cuyo padre fue secretario del viejo dictador Alfredo Stroessner (1954-1959).

Los resultados se dieron a conocer el domingo por la noche, cuando Jaime Bestard, presidente de la Justicia Electoral, dijo en conferencia de prensa que Abdo Benítez obtuvo el 46.5% de los votos mientras que su rival, el también conservador Efraín Alegre de la opositora Alianza Ganar, recibió 42.7%.

Al momento del anuncio se había contabilizado el 96% de las 21,000 mesas electorales dispuestas. «Es una diferencia es irreversible, según nuestros datos. Menos de 1,000 mesas faltan escrutarse y es imposible cambiar el resultado», precisó Bestard.

Abdo Benítez, un experto en mercadeo de 46 años, asumirá el poder el 15 de agosto para un mandato de cinco años en sustitución del actual mandatario Horacio Cartes.

Minutos después del anuncio oficial, Alegre se negó a reconocer su derrota. «Esperaremos el juzgamiento del total de las actas, tal vez dure una semana».

El presidente electo, por su lado, dijo en un discurso: «mi compromiso será inclaudicable para hacer buena gestión».

«Construimos un proyecto electoral con una dialéctica de reconciliación y perdón entre todos los paraguayos», expresó antes de añadir: «no puedo dejar de recordar a mi querido padre».

En otro momento, Abdo Benítez agradeció a Cartes por su liderazgo y a Santiago Peña, precandidato al que derrotó en las internas partidarias en diciembre pasado.

En Asunción, algunos simpatizantes del oficialismo –en su mayoría empleados del gobierno– salieron a celebrar vestidos de rojo mientras sostenían banderas con euforia.

Ranulfo Bobadilla, un funcionario público, dijo a la AP: «Soy Colorado por tradición familiar. Feliz por ganarle a Alegre, porque confío en la dirigencia de mi partido. Fue muy dura la elección al final».

En contraste, hay quien no puede omitir el hecho de que la familia del presidente electo haya tenido lazos tan estrechos con un dictador.

Najee Amado, secretario general del Partido Comunista Paraguayo, dijo a la AP que Abdo Benítez «trae a la memoria la dictadura de Stroessner, pero no para imponer de nuevo una disciplina de carácter militar sino una dominación más profunda: económica-financiera».

Amado agregó que el futuro mandatario «es parte de una élite con negocios con el Estado. Este país necesita recomponer su tejido social y replantear con la oposición una nueva estrategia para 2023».

Poco antes, tras el cierre de casillas, algunos medios difundieron sondeos de “boca de urna” y coincidieron en que la victoria sería de Abdo Benítez.

En la jornada electoral del domingo se habilitaron más de mil locales de sufragio en todo el país. Unos 4,2 millones de electores estuvieron habilitados para sufragar en el país además de 38,000 paraguayos que residen en Argentina, Brasil, España y Estados Unidos.

Desde antes de los comicios, Abdo Benítez se mostraba como favorito con 55.7% de intención de voto. Alegre, abogado de 55 años, aparecía con 31.4% de apoyo en los sondeos

En la elección había también otros ocho candidatos pero no alcanzaron más del 4% de las preferencias según un sondeo de la encuestadora local Grau y Asociados que consideró 1.500 entrevistas en todo el país con un margen de error de 2,5 puntos porcentuales.

Antes de los comicios, algunos expertos se mostraban escépticos ante la elección.

El analista político Eduardo Arce dijo a la AP que Paraguay «no cambiará mucho» en economía porque ningún candidato podrías «desprenderse del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que imponen a los países su política neoliberal».

Por su parte, José María Troche, especialista en asuntos sociales, aseguró que «gane quien gane, Paraguay no cambiará radicalmente en los próximos cinco años porque la pobreza es estructural».

El gobierno actual reconoció que la pobreza en 2017 subió a 28.9% respecto del 26.6% de 2016, lo que implica que, de los 6.7 millones de habitantes que tiene el país, 1.9 millones son pobres.

El domingo temprano, el presidente Horacio Cartes escribió en su cuenta de Twitter: «Hoy decidimos nuestro futuro. Participemos de esta gran fiesta cívica».

Los paraguayos también eligieron a 45 senadores, 80 diputados, 18 legisladores del Parlamento del Mercosur y 17 gobernadores departamentales.

 

 

 

Vía: Primera Hora

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