Observa los signos que te pueden indicar que tu hijo es víctima de acoso
Jennyfer Hernández
(Pasante)
De acuerdo con la definición la Real Academia Española el acoso escolar es el maltrato físico y/o psicológico, deliberado y continuado que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo.
Muchas veces las víctimas por miedo a alguna represión por parte de su acosador guarda silencio y es allí cuando se puede convertir en un peligro silencioso, según especialistas, ya que el continúo abuso puede traer como consecuencia trastornos emocionales que pueden traer como consecuencia en la mayoría de los casos al suicidio.
En caso de conocer sobre algún caso de abuso escolar lo primero que hay que hacer es comunicar el hecho al centro educativo, esta comunicación se puede realizar tanto por parte del alumno afectado o sus padres, como incluso por los propios profesores.
Es frecuente que los acosadores hostiguen a sus víctimas fuera de las instituciones educativas para que no haya testigos, lo que dificulta la detección del problema.
A parte de la intervención terapéutica, tanto sobre el menor acosado como sobre el acosador, la medida más eficaz para romper este círculo vicioso del acoso, es la separación de acosado y acosador con un cambio de clase o de centro educativo, según expertos.
“El bullying tiene serios efectos en sus víctimas: fracaso y dificultades escolares, ansiedad, fobia, déficit de autoestima, cuadros depresivos, autoimagen negativa, baja expectativa de logro, indefensión aprendida e intentos de suicidio”, afirmó en una entrevista a EFE la psicóloga, Isabel Menéndez Benavente.
En el caso de que los padres aprecien cambios en su hijo, o le noten triste o preocupado, pero todavía desconozcan la existencia de la situación de acoso, se aconseja lo siguiente:
- Escuchar a su hijo sin juzgarlo; si el menor viene a casa diciendo que se ha peleado o que le han pegado, no tienen que recriminarle por ello ya que, si lo hacen, la próxima vez no dirá nada.
- Es conveniente que de vez en cuando le pregunten sobre sus relaciones en la escuela, y no sólo sobre la evolución de sus calificaciones, de forma que puedan detectar si tiene alguna dificultad en sus relaciones con sus compañeros.
- Es aconsejable hablar periódicamente con el profesor o tutor del pequeño, para interesarse sobre cómo van sus estudios, pero también informarse sobre qué tal le va con el resto de sus compañeros.
- Una vez que se detecta que algo no va bien, hay que tratar de hablar con el niño, con el tutor o con el profesor, de forma que se esclarezca la situación.
Cuando ya se conoce que existe acoso, las medidas que deben adoptar los padres son:
- No minimizar ni menospreciar los percances que su hijo pueda sufrir en la escuela, pensando que es una chiquillada, o que con el tiempo se resolverá espontáneamente.
- Tratar de proteger al menor de las situaciones en donde se produzca el acoso, por ejemplo de vuelta a casa, recogiéndole a la salida de la escuela.
- Hacer que el niño se sienta cómodo, de forma que pueda comentar siempre que quiera o lo necesite, tanto lo que le pasa, como lo que le hace sentir, ya que es en este segundo aspecto donde se puede intervenir.
- Procurar que el pequeño no pierda el curso, ayudándole si es necesario con clases particulares, ya que ver cómo los demás progresan y él no, iría en contra de su autoestima.
- Llevarle a un orientador o psicólogo para que reciba ayuda terapéutica, no con la idea de que el menor tiene un trastorno psicológico, sino precisamente para evitar que lo pueda desarrollar en un futuro debido a la situación que se ve obligado a sufrir.
¿Cómo los padres pueden identificar si el niño puede llegar a ser un acosador en la escuela?
Psicólogos explican que un niño acosador se siente superior a los otros, tienen falta de empatía, realizan críticas muy severas contra sus compañeros o contra su víctima, por lo que se puede identificar cuando:
- El niño es impulsivo y violento cuando se le llama la atención
- No respeta las normas de convivencia y siempre quiere hacer lo que él diga
- Su actitud es burlona, ofensiva y se hace la víctima
- La madre recibe numerosas quejas por parte de los educadores
- La queja número uno siempre será la conducta del niño
- El niño negará todo y pondrá en duda la palabra de los maestros
- Siempre disfruta y se ríe del mal ajeno o de una persona en específica
- Maltrata física o verbalmente y de manera repetitiva a su víctima, causándole traumas de comportamiento como no querer asistir a la escuela, miedo a socializar y hasta ganas de acabar con su vida.
- A la hora de ser descubierto el niño agresor tendrá la opción de culpar a otros, saliendo ileso de la situación.
Estas son algunas de las características que pueden presentar los niños que se ven inmersos en ambas situaciones; la de ser acosado o ser el acosador. Por tal motivo es recomendable que los padres o las personas que tienen a su cargo la crianza de un menor, estar muy atentos ante algún maltrato del que puedan estar siendo víctimas los niños en el colegio o en algún lugar en el que convivan muy seguidos.
Es importante resaltar que no solos los niños pueden sufrir algún tipo de acoso, ni que el único ambiente donde se desarrollan este tipo de actividades sea en los colegios. Los adolescentes y adultos también están propicios a este tipo de abuso. Existen distintos tipos de acoso entre los que encontramos el verbal, físico, psicológico y laboral. Este último es ejercido en el ámbito del trabajo y consistente en someter a un empleado a presión psicológica para provocar su marginación. Este tipo de acoso también puede tener un desenlace fatal como es el caso específico del cual puedes leer en la página 14 de nuestra edición de hoy, donde por ser víctima de acoso laboral un compañero mató a otro en el trabajo. Con información de Panorama.com.ve/ Telesurtv.net