El diente de león, es esa planta que nos recuerda a nuestra infancia, cuando caminábamos por el parque y al encontrarla, era inevitable no soplarle.
Es una planta que crece en parques y espacios abandonados, amarilla cuando florece y al madurar se vuelve blanca y esponjosa. Miden entre 20 y 50 centímetros.
Su nombre científico es taraxacum officinale pero la mayoría la llama diente de león, y aunque muchos la conocemos.
Los beneficios del diente de león viene desde su nombre de origen griego, “taraxos” que significa enfermedad y “akos” que significa remedio, en conjunto nos da, “remedio de las enfermedades”.
De acuerdo con la Universidad de Columbia, el uso de diente de león disminuye en síntomas de algunas enfermedades relacionadas con el hígado, cálculos biliares y estómago.
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