La FIFA anunció una multa de 30.000 francos suizos (equivalentes a 25.000 euros) a la Federación Rusa de Fútbol, por los gritos racistas de «ultra rusos» durante un partido amistoso contra Francia a finales de marzo en San Petersburgo. El organismo dio a conocer la información a 40 días del comienzo del Mundial en Rusia.
En el encuentro que Francia ganó 3-1 a Rusia, varios reporteros gráficos, entre ellos uno de la agencia de noticias AFP, constataron abucheos hacia el jugador francés Ousmane Dembélé. Los telespectadores también pudieron escucharlos cuando su compatriota Paul Pogba tocaba el balón en el minuto 73; los ruidos y burlas se escuchaban con claridad en la retransmisión por la televisora francesa TF1.
La decisión de sancionar a la Federación Rusa la tomó la comisión de disciplina de la FIFA «tras una investigación exhaustiva y tras el visionado de las pruebas del video», destacó «la gravedad del incidente» y «el número de hinchas implicados».
El racismo en los estadios de fútbol es una batalla que durante los últimos años ha librado Rusia. Los incidentes han disminuido pero según un informe presentado por la ONG Fare en la lucha contra la discriminación en este deporte, 89 agresiones racistas fueron registradas en el país durante la temporada 2016-17.
El tema de la segregación racial preocupa seriamente cuando todas las miradas estarán dirigidas a Rusia, sede del Mundial que se desarrollará desde el 14 de junio hasta el 15 de julio.
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