Algunas mujeres que tienen perro y se embarazan, experimentan cierto temor al no saber si su mascota podría poner en riesgo su embarazo o la salud de su bebé pero esto es lo mejor que ellas pueden hacer.
Investigadores de la Universidad de Liverpool, Inglaterra, afirman que una de las razones es que, al sacarlos de paseo, se mantienen activas y ejercitan, aunque sea caminando, y esto evita que tengan sobrepeso.
La obesidad de la futura madre es un factor de riesgo para padecer diabetes o hipertensión gestacional, preclamsia, causar problemas en el desarrollo del cerebro del bebé, entre otras complicaciones.
Por su parte, investigadores de la Universidad de Finlandia aseguran que los niños que crecen con mascotas son más fuertes y no tienden a sufrir de alergias, enfermedades respiratorias ni infección de oídos.
Lo anterior, porque tienen mayor contacto con bacterias (a diferencia de aquellos que no tienen mascotas), lo que lejos de afectarles, fortalece su sistema inmune y se traduce en niños menos enfermizos.
Con información: http://globovision.com