El origen del vodka se lo disputan entre Rusia y Polonia y se creó después de observar cómo granos de centeno y trigo, combinado con plantas ricas en almidón desarrollaban una bebida con alto contenido de alcohol. A esta bebida se le han atribuido propiedades antisépticas, qué incluso nos ayudará a combatir el acné.
Este problema dermatológico va de leve, moderado y severo, con la aparición de barros y espinillas. Un acné leve a moderado suele desaparece con remedios y limpiezas faciales, como el que tenemos.
Receta: Vacía un caballito de vodka y uno de agua en un recipiente, con ayuda de un agitador mezcla bien y viértelo en un recipiente con tapa.
Cómo utilizarlo: Antes de dormir, desmaquíllate, lava tu cara con jabón neutro. Con ayuda de un algodón aplica la mezcla en la zona “T” (frente, nariz) y en las zonas donde regularmente te salgan los barritos, déjalo secar y aplica alguna crema de noche especial para tu tipo de piel.
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