- Una investigación relaciona un mayor número de años de formación con el desarrollo de miopía.
- Este problema, que provoca una visión borrosa o poco clara de los objetos lejanos, cada vez afecta a más personas.
El número de años dedicados a la educación puede estar relacionado con un mayor riesgo de padecer miopía, según un estudio publicado en la revista British Medical Journal. Los investigadores dicen proporcionar “pruebas sólidas” de que dedicar más tiempo a formarse es un factor de riesgo para desarrollar miopía y que los resultados “tienen implicaciones importantes para las prácticas educativas”.
Actualmente, entre el 30 y el 50% de los adultos en los Estados Unidos y Europa son miopes y la tendencia en este momento es al alza, por lo que se espera que las personas con miopía en todo el mundo aumenten de 1.400 millones a 5.000 millones en 2050. De este modo este problema visual afectará a aproximadamente la mitad de la población mundial. Y casi el 10% de estas personas (alrededor de 9 millones) tendrán alta miopía, lo que conlleva un mayor riesgo de ceguera.
Se espera que las personas con miopía en todo el mundo aumenten de 1.400 millones a 5.000 millones en 2050
La relación entre miopía y educación
No es el primer estudio que muestra fuertes vínculos entre la educación y la miopía. De hecho, la idea de la investigación era averiguar cuál era el motivo exacto: ¿Son los niños miopes más estudiosos? ¿La gran cantidad de horas de estudio en el colegio y en casa causan miopía? ¿La posición socioeconómica conduce a la miopía y a niveles más altos de educación? Los científicos de la Universidad de Bristol y la Universidad de Cardiff querían determinar si realmente la educación es un factor de riesgo directo (causal) para la miopía o si se trataba de una mera correlación.
La miopía no es solo cuestión de genes
Para el estudio se ha usado una técnica llamada aleatorización mendeliana, que usa variantes genéticas para comprobar si una asociación observacional, por ejemplo la relación entre la educación y la miopía, es un efecto causal o no. En total se analizaron 44 variantes genéticas vinculadas con la miopía y 69 variantes genéticas relacionadas con años de escolarización para 67.798 hombres y mujeres de entre 40 y 69 años de la base de datos del Biobanco de Reino Unido.
La asociación entre la educación y la miopía se observa, también, en la aleatorización mendeliana, por lo que se fortalece la deducción de que es una relación causal, defienden los autores.
Además, según el análisis realizado con dicha técnica, se ha podido asociar cada año adicional de educación con más miopía. ¿Qué quiere decir esto? Pues que un graduado universitario del Reino Unido con 17 años de educación tendría, en promedio, al menos 1 dioptría más miope que alguien que dejó sus estudios con 16 años, es decir, 12 de educación). ¿Y la miopía llevó a las personas a permanecer en la educación más tiempo? Pocas pruebas han llevado a los investigadores a aceptar esta idea, así que por el momento no es posible afirmarlo.
«El aumento de la prevalencia de la miopía parece deberse, según la literatura médica hasta ahora, a que hay un efecto en el cristalino como consecuencia de un estudio prolongado, del uso de ordenadores o de tabletas. La teoría que todavía hoy se utiliza es que se incrementa la acomodación del cristalino para ver de cerca, es decir, un proceso fisiológico que que provoca un cambio en la curvatura del cristalino y se decía que ese efecto, si uno estudiaba mucho o pasaba mucho tiempo mirando de cerca, se podía convertir en duradero o en un aumento en la miopía», señala Manuel Baeza Día, oftalmólogo del Hospital General de Elche y la Clínica Doctor Soler. «Sin embargo, la teoría que parece estar más de moda estos últimos años es la que relaciona la miopía con la falta de exposición a la luz solar«, afirma. «Con la luz solar se produce en el cuerpo la secreción de dopamina, un neurotransmisor, por parte de las células de la retina y lo que hace es evitar el crecimiento de la elongación del ojo, justo lo que pasa con la miopía», concluye.
Las limitaciones del estudio
No obstante, hay que tener en cuenta que la investigación tiene ciertas limitaciones, compo han señalado los científicos al publicar el artículo. La principal es que se ha demostrado que los participantes del Biobanco del Reino Unido tienen un nivel educativo más elevado, estilos de vida más saludables y, en general, cuentan con menos problemas de salud en comparación con el resto de la población británica, lo que podría condicionar sus resultados.
El trabajo muestra que un mayor número de años dedicados a estudiar «contribuye a la creciente prevalencia de la miopía y destaca la necesidad de más investigación y debate sobre cómo las prácticas formativas podrían mejorarse para lograr mejores resultados sin afectar negativamente la visión”, concluyen los autores. Su trabajo abre nuevos interrogantes sobre los factores que influyen en el desarrollo de la miopía, un problema que provoca una visión borrosa o poco clara de los objetos lejanos.
La importancia del tiempo al aire libre
La evidencia, según apunta un editorial también publicado en British Medical Journal, sugiere que la influencia no solo se debe a los genes, sino también a los factores ambientales y sociales. Un ejemplo puede verse en Asia oriental, donde las intensas presiones educativas tempranas combinadas con poco tiempo para jugar al aire libre han llevado a que, al final de la escuela primaria, casi el 50% de los niños sean miopes, a diferencia de lo que sucede en Reino Unido, con menos del 10% de los estudiantes con este problema de visión.
Por su parte, una de las autoras del estudio, Denize Atan, también señala en otro artículo la evidencia que muestra que el tiempo pasado al aire libre en la infancia protege parcialmente del desarrollo de la miopía. “Dadas las ventajas del tiempo pasado al aire libre en la salud mental y la protección que brinda contra la obesidad y las enfermedades crónicas, todos podemos beneficiarnos de pasar más tiempo fuera”, escribe la científica.
Vía: Hipertextual