Brasil, uno de los grandes favoritos al título, se atascó en su debut mundialista ante Suiza (1-1), que puso de manifiesto todas las carencias de la Canarinha y de Neymar, que estuvo desaparecido en combate.
La pentacampeona no aprendió de los errores de España y tropezó en la misma piedra que La Roja hace ocho años en el Mundial de Sudáfrica y, lo que es peor, dejó muchas dudas con un juego previsible. Con información de EFE